Título original: L'intervention
Director: Fred Grivois
Francia/Bélgica, 2019, 98 minutos
La intervención (2019) de Fred Grivois |
La estructura de L'intervention, tensa y contrarreloj, invita a pensar en filmes clásicos como La patrulla perdida (1934) de John Ford o Grupo salvaje (1969) de Sam Peckinpah. Es decir: modelos americanos más que franceses. Quizá porque su director, el francocanadiense Fred Grivois, estudió en la Universidad de Nueva York. Aun así, otro realizador galo llamado Fred, en este caso Cavayé, ensayó una fórmula similar en Cuenta atrás (À bout portant, 2010), cinta igualmente trepidante en la que la vida de una rehén inocente y vulnerable (la española Elena Anaya) dependía de la pericia del protagonista (Gilles Lellouche).
La intervención, en cambio, obedece más a la receta "basado en hechos reales", por lo que sus productores se han visto en la necesidad de recrear en Marruecos un espacio que pueda parecerse al Djibouti del 76: última colonia francesa y región en la que tuvieron lugar los acontecimientos en los que la película se ha inspirado libremente.
Un autobús escolar, repleto de criaturas, secuestrado por terroristas en la frontera con Somalia; un cuerpo de élite alrededor del vehículo apuntando a través de sus miras telescópicas: ni que decir tiene que el clímax se hará esperar hasta el momento en el que los aguerridos miembros de la futura GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional) actúen al unísono en un ataque milimétricamente calculado. Pese a que los daños colaterales, en situaciones de este tipo, sean prácticamente inevitables...
La ucraniana Olga Kurylenko, aparte de demostrar una vez más sus dotes políglotas, se mete en la piel de una inverosímil maestra casi tan ducha en el manejo del revólver como en el de la tiza sobre el encerado. Sus raptores —tontos, feos y malos, como mandan los cánones— pondrán en jaque a las autoridades locales, encabezadas por el general Favrart (Vincent Pérez) y condicionadas por las severas órdenes que Michèle Sampieri (Josiane Balasko) envía desde París con tal de mantener a raya el afán de entrar en acción de los militares. En fin: muchos tiros y poco cine.
Hola Juan!
ResponderEliminarSupongo que la formula ya esta mas que usada y sabemos de antemano las cartas que iran apareciendo en la mesa. Muy bueno ese apunte sobre los raptores...jeje
Saludos y buen finde!
Pues sí, Fran: yo creo que "previsible" se queda corto para definir una película como ésta.
EliminarGracias por pasarte y por tu comentario.