martes, 28 de mayo de 2019

Innisfree (1990)

















Director: José Luis Guerín
España/Francia/Irlanda, 1990, 110 minutos

Innisfree (1990) de José Luis Guerín

I will arise and go now, and go to Innisfree,
And a small cabin build there, of clay and wattles made;
Nine bean rows will I have there, a hive for the honey bee,
 And live alone in the bee-loud glade.

William Butler Yeats (1865-1939)
The Lake Isle of Innisfree

Como el Macondo de García Márquez en el ámbito de la narrativa hispanoamericana (y aun universal), Innisfree forma ya parte de la geografía mítica de todo cinéfilo que se precie. Un marco idílico, ubicado en la Irlanda profunda, y que, sin embargo, jamás existió. Porque esa aldea bucólica de verdes campiñas y ambiente pastoril en la que transcurre The Quiet Man (1952) fue apenas la plasmación en imágenes del ideal que John Ford había ido forjando en su mente de la tierra de sus ancestros.

Otro cineasta de grandes proporciones, en este caso el español José Luis Guerín (Barcelona, 1960), se propuso, a finales de los ochenta, rendir un sentido homenaje tanto al director como a la película, motivo por el que se desplazó hasta Cong, en la confluencia de los condados de Galway y Mayo, para rodar su documental Innisfree.



Y lo que allí encuentra, transcurridos treinta y siete años desde que John Wayne y Maureen O'Hara correteasen por esos mismos prados y riachuelos, son las ruinas de la casa solariega de los O'Feeney (apellido real de Ford), un país asolado por la recesión económica y la diáspora de su juventud (obligada a emigrar a Norteamérica, ante la imposibilidad de ganarse la vida en Éire) y, para colmo, los lugares emblemáticos del filme transformados en vulgar atracción turística.

No obstante, nada de ello es óbice para que los parroquianos de Cong, muchos de ellos antiguos extras que participaron en el rodaje de la película, se sigan congregando en el bar de Pat Cohan para calmar su sed a base de pintas de Guinness. Cálido espacio de reunión en el que, al son de viejas tonadas, afloran los recuerdos de un tiempo pasado que se fue para no volver.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Soy de los que disfrutan visitando localizaciones, especialmente si hablamos de clasicos y este es uno y con mayusculas. En breve partiremos de viaje a la que posiblemente sea uno de los escenarios mas utilizados en el cine, tengo una lista demasiado larga de visitas, a ver que tal...
    Por cierto, ¿esa es la taberna donde se le paraba el caballo?...
    Se agradecen tus recomendaciones, otra que me anoto.
    Saludos!

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    1. Pues nada, Fran: disfruta de tus vacaciones y ojalá que descubras muchos lugares "de cine".

      Saludos,
      Juan

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