domingo, 17 de noviembre de 2019

Cincuenta y dos domingos (1966)




Director: Llorenç Soler
España, 1966, 29 minutos

52 domingos (1966) de Llorenç Soler

Soñar con ser torero para huir de la miseria: he ahí el anhelo que albergaron tantísimos jóvenes de extracción social humilde, popularmente conocidos como maletillas, cuando la tauromaquia aún era considerada la “fiesta nacional” por antonomasia. Una figura que la industria cinematográfica de la época se encargó de reflejar en no pocas ocasiones. Como también Llorenç Soler, pionero del cine independiente y amateur, quien se hizo eco de dicho fenómeno recogiendo el testimonio de unos muchachos que a duras penas superaban la veintena.

Son las suyas historias de sacrificio y superación, marcadas por las estrecheces económicas, cuando no por la marginalidad. Al presentarlos, la voz en off de Pepe Antequera revela sin ambages su triste realidad: "Ésta es la historia de unos hombres que en 1966, como hace dos siglos, luchan para escapar de su fatal destino. En su deseo adivinan que otra lucha más cruel y despiadada les aguarda. Y al final, perdidas juventud e ilusiones y, a veces, la vida, vuelven a ser sombras: nada".


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