Título original: Adults in the Room
Director: Costa-Gavras
Francia/Grecia, 2019, 124 minutos
Comportarse como adultos (2019) de Costa-Gavras |
La guionización de hechos reales no suele comportar resultados excesivamente notables... De ahí que el incendiario Michael Moore, por poner un ejemplo célebre, haya optado por el documental como método exclusivo de trabajo a la hora de denunciar todo aquello que no le gusta de la sociedad actual, sobre todo de la norteamericana.
Ahora bien: ¿qué ocurre cuando a un cineasta consagrado como Costa-Gavras le da por convertir la crisis financiera griega en argumento de una película? Tomando, además, como base el testimonio del controvertido Yanis Varoufakis, ex ministro de economía del país heleno. Pues que Adults in the Room, que así se titula el experimento, roza en demasiados instantes lo panfletario. Aunque no por ello deja de ser loable lo que se propone el veterano director, griego de nacimiento y asentado desde hace décadas en Francia. A fin de cuentas, el compromiso político es la nota predominante en una filmografía que supera la veintena larga de títulos y que cuenta con obras maestras de la categoría de Z (1969) o Missing (1982).
Pero lo que es digno de aplauso en política plantea serias dudas cuando pasa a ser una historia interpretada por actores (algunos de ellos, como el que hace de Macron, de gran parecido físico con el modelo original). Por lo que urge separar el grano de la paja y hablar bien a las claras. ¿Fue una injusticia lo que ocurrió (y sigue ocurriendo) en Grecia? Rotundamente sí. Pero, al mismo tiempo, ¿resulta maniquea la puesta en escena de Costa-Gavras? Lamentablemente, hay que decir que también. Porque presentando a los personajes como buenos o malos se pierden los matices de una realidad (la económica, nada más y nada menos) infinitamente más compleja que la pugna que se recrea en pantalla entre organismos internacionales a propósito del tan anunciado rescate.
Es decir, que cuando el público aplaude al final de la película, como sucedía esta tarde en los cines Verdi de Barcelona, lo que se vitorea poco o nada tiene que ver con el buen hacer del director y de sus actores, sino más bien con la ideología que alienta tras la trama y/o los atropellos que se pretenden denunciar valiéndose del filme como pretexto. Algunos objetarán que eso es precisamente lo que Costa-Gavras lleva haciendo toda la vida. Ya: pero es que antes, cuando estaba en plena forma, lo hacía con más gracia...
Trobo que tant ell com Ken Loach han perdut, efectivament, tota la gràcia, pel que fa a les seves darreres pel·lícules.
ResponderEliminarHe tingut la sort de veure els dos en persona i s'ha de dir que, tant l'un com l'altre, resulten d'allò més entranyable. Ara bé, els seus respectius plantejaments fílmics han quedat obsolets, a banda que el "Che" Guevara, Salvador Allende i d'altres figures revolucionàries del passat encara tenien el seu atractiu, mentre que els Snowden, Assange o Varoufakis d'avui en dia tinc seriosos dubtes que siguin realment herois altruistes...
EliminarSalutacions,
Juan