martes, 25 de septiembre de 2018

Las distancias (2018)




Título original: Les distàncies
Directora: Elena Trapé
España, 2018, 99 minutos

Las distancias (2018) de Elena Trapé


Presentarse de improviso en casa de otro puede tener consecuencias catastróficas... Sobre todo si el homenajeado en cuestión está atravesando una aguda crisis personal. Les distàncies, triunfadora en el último Festival de Málaga, nos habla de la amistad, pero también del paso del tiempo: de lo mal que envejecen las relaciones cuando miles de kilómetros se interponen entre los individuos. En ese sentido, la película de Elena Trapé (Barcelona, 1976) conecta en espíritu con filmes como 10.000 Km (2014) del también catalán Carlos Marques-Marcet, si bien con un estilo mucho más descarnado, hecho de silencios y de rencillas.

Rodada en Berlín con la sobria fotografía de Julián Elizalde (el hombre de moda por estos pagos, habida cuenta que ha sido, asimismo, el encargado de fotografiar la reciente Penèlope de Eva Vila), la acción de Les distàncies transcurre durante un fin de semana: tiempo de sobras para poner a prueba las supuestas afinidades entre cuatro miembros de la generación que más directamente ha sufrido las consecuencias de la crisis. No en vano, Comas (Miki Esparbé) tuvo que buscarse la vida en el extranjero y Eloi (Bruno Sevilla) se ha quedado sin piso y sin pareja y trabaja en precario.



Evidentemente, los malos royos entre los cinco personajes venían ya de Barcelona en fase latente, si bien es en la capital alemana donde se desencadenan los hechos. El detonante (tal vez un comentario desafortunado, una broma de mal gusto) es lo de menos. Lo que de verdad importa es que los cuatro amigos (más la novia de uno de ellos) comparten un pasado y, pese a la apariencia de buenrollismo que preside su reencuentro, nosotros vamos a ser testigos del momento preciso en el que aflora y estalla una rabia durante largo tiempo gestada.

Dos son las personalidades fuertes en esta historia: por un lado Guille (Isak Férriz), el borde del grupo, capaz de soltar las verdades más hirientes. Su carácter prepotente se pone de manifiesto cada vez que machaca a Eloi o cuando toma sin permiso objetos del piso de Comas que él considera suyos por habérselos prestado en su día. Olivia (Alexandra Jiménez), embarazada e incitadora de la visita sorpresa es, por otra parte, la líder del cotarro; su pareja (Gary) se ha quedado en casa y, a juzgar por la breve conversación telefónica que mantienen, no atraviesan su mejor momento desde que están juntos. Y es que mucho antes hubo algo entre ella y Comas: ¿será verdad, como le dice a Marion (la novia alemana de este último) que el hijo que espera es suyo? De cualquier modo, la antigua promesa que ambos habían pactado de darse una oportunidad al cumplir los treinta y cinco en caso de seguir solteros terminará en absoluto desengaño. Tal y como le dice Olivia en uno de los muchos mensajes que le deja en el buzón de voz: "Me siento ridícula esperando sola en tu apartamento sin saber quién coño eres..."


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