martes, 11 de septiembre de 2018

Carmina o revienta (2012)




Director: Paco León
España, 2012, 71 minutos

Carmina o revienta (2012) de Paco León


Tomando la inmediatez de su entorno familiar más cercano como punto de partida, el actor y director Paco León alcanzó las mieles del éxito con su primera película tras las cámaras: Carmina o revienta (2012), un proyecto insólito en el, por desgracia, aburrido panorama del cine español contemporáneo y que tiene algo de documental y mucho de comedia, nacida de ese gracejo andaluz tan chistoso que el clan protagonista conoce de primera mano.

Salta a la vista, y Paco León lo ha contado en repetidas ocasiones, que el guion de la que fue su ópera prima tuvo su origen en la inagotable fuente de anécdotas atesorada por Carmina Barrios, madre del cineasta y mujer de una personalidad desbordante que traspasa la pantalla (suena a tópico, pero es radicalmente cierto).



La presencia igualmente pletórica de la hija de la susodicha, María León, acabará de perfilar uno de los dúos más ocurrentes que se recuerdan, poseedor —aunque pueda parecer exagerado y salvando las distancias— de una autenticidad sólo al alcance de los grandes maestros del neorrealismo italiano: ¿o acaso no tiene el físico de la tal Carmina, fornida y vitalista, fumadora empedernida desde los siete años, algo de felliniano?

Lo cierto es que Paco León no partía de la nada: voluntaria o involuntariamente, esta película, así como su secuela Carmina o amén (2014) —aún mejor, si cabe, que la anterior— son herederas de la frescura iconoclasta y underground del cine de Gonzalo García Pelayo, ilustre cineasta sevillano, además de consagrado productor musical, que ya demostrara a finales de la década de los setenta hasta qué punto la sencillez de una puesta en escena aparentemente costumbrista puede arrojar como resultado filmes de una inusitada profundidad.


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