domingo, 10 de junio de 2018

El río de oro (1986)




Director: Jaime Chávarri
España, 1986, 111 minutos

El río de oro (1986) de Jaime Chávarri


Considerada por muchos una película deudora, en buena medida, de Los viajes escolares (1976), El río de oro abundaba en similares temas y obsesiones a los ya tratados por Chávarri una década antes. Así pues, la infancia, los períodos de asueto en la residencia familiar o el paso a la edad adulta volvían a estar presentes en esta coproducción hispanosuiza que contó con la presencia del actor Bruno Ganz en el papel de Peter.

El tío Peter es un ser aparentemente divertido, casi excéntrico, que, después de haber viajado por todo el mundo, se presenta de improviso en la casa donde Laura (Ángela Molina) y Juan (Stefan Gubser) están pasando las vacaciones de verano en compañía de sus tres hijos pequeños (el menor de los varones, por cierto, interpretado por un Juan Diego Botto que apenas sí superaba los diez años).



Sin embargo, tanto Peter como su esposa (la británica Francesca Annis) harán gala muy pronto de un comportamiento un tanto sui géneris; sobre todo él, que por algo se llama Peter, como Peter Pan. Efectivamente: hay algún elemento no resuelto en la forma de ser de este hombre, ávido de emociones fuertes y obsesionado tanto por Laura como por sus sobrinos; algo enigmático y terrible que su mujer guarda en formol en el interior de una sombrerera...

En líneas generales, las piezas que integran El río de oro conforman un rompecabezas que gira en torno a la niñez y sus fantasmas: los mismos que, en el caso de Peter, han hecho de él un ser monstruoso, pero que a Jorge (que narra la historia desde el presente y cuya voz de adulto corresponde a Emilio Gutiérrez Caba) le servirán para desenmascarar las verdaderas intenciones de su tío.


2 comentarios:

  1. He estado echando un vistazo a tu blog, y me parece un esfuerzo considerable la cantidad de películas reseñadas. Por ello no puedo más que darte mi admiración.

    Los blogs ya no están en auge, pero esta bien que haya gente constante desarrollando sus pasiones con tanta dedicación.

    No deja de sorprenderme que este blog de alguien tan cinéfilo tenga su "base" en un colegio de chavales, y cada cierto tiempo hagan un pase en ese "cineforum" en el colegio, y se atrevan a pasar películas antiguas muchas de ellas en blanco y negro, y que acudan los que sean a verlas.

    No he estudiado en ese colegio pero como no me pilla demasiado lejos, algún día me gustaría asistir aunque solo sea para conocer a su persona -la que mantiene vivo este curioso blog-.

    Respecto a la película de Jaime Chavarri que cuenta, lo más afín que se me ocurre es una peli de unos años que se llamaba El último de los locos del director Laurent Achard.

    Sin más me despido, mandándole un saludo.

    PD. Tengo un blog pero está un poco abandonado, y tampoco es precisamente de cine, aunque esta sin duda es una de mis pasiones.

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    1. Pues nada, Vigo: gracias por tus elogiosas palabras. Siempre es reconfortante comprobar que hay alguien que valora lo que uno hace.

      Por descontado que estás invitadísimo a la próxima sesión de cinefórum que celebremos, aunque no debería sorprenderte que la comunidad educativa dedique interés al cine, no sólo por su innegable valor artístico sino, sobre todo, dado su potencial como herramienta pedagógica.

      Gracias por tu recomendación (no conocía esa película y a buen seguro que la buscaré) y espero que este sea "el comienzo de una gran amistad".

      Saludos,
      Juan

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