Título original: Till glädje
Director: Ingmar Bergman
Suecia, 1950, 97 minutos
La alegría (1950) de Bergman |
Comenzando por el desenlace y en claro contraste con su título, La alegría (1950) se abre con la terrible noticia del fallecimiento de la protagonista femenina y de su hija a consecuencia de una explosión de gas. A partir de ese instante, el marido, violinista en una orquesta sinfónica al igual que su difunta esposa, se retrotraerá en el tiempo para rememorar los momentos más relevantes de su vida en común.
Stig (Stig Olin) y Marta (Maj-Britt Nilsson) |
Que no son demasiados, todo hay que decirlo, a juzgar por el carácter atormentado de ambos: ella (Maj-Britt Nilsson) acabará rechazando cualquier contacto carnal con el hombre como consecuencia de una educación excesivamente puritana; él (Stig Olin) termina en los brazos de una mujer más sensual, sí, lo cual no significa que lo haga más feliz.
Nelly (Margit Carlqvist) y Stig |
En su habitual línea de intensidad dramática, Bergman perfila un sólido retablo en el que la introspección de los personajes viene dada por el abrumador protagonismo de la música, una banda sonora formada por piezas de Mendelssohn, Mozart, Smetana y, sobre todo, Beethoven, cuya Novena sinfonía marcará el clímax en un soberbio desenlace en el que las notas del Himno a la alegría traducen la emoción que las palabras no alcanzan a expresar, en perfecta simbiosis con la vehemencia de las imágenes: un conjunto y coros magistralmente liderados bajo la batuta de Victor Sjöström, vieja gloria del cine mudo que aquí encarna a un quisquilloso director de orquesta y que, un lustro después, protagonizará la extraordinaria Fresas salvajes (1957).
Stig y Sönderby (Victor Sjöström) |
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