miércoles, 2 de octubre de 2019

Roger Waters: Us + Them (2019)




Directores: Sean Evans y Roger Waters

Reino Unido, 2019, 135 minutos

Roger Waters: Us + Them (2019)

Tras Roger Waters: The Wall (2014) y la consiguiente réplica por parte de su antiguo compañero de filas (y hoy casi enemigo irreconciliable) David Gilmour Live at Pompeii (2017), el estreno del documental sobre la gira Us + Them ha levantado una menor expectación, quizá porque los incondicionales de todo aquello relacionado con los legendarios Pink Floyd ya empiezan a estar habituados a este tipo de filmaciones de conciertos. También es verdad que, en esta ocasión, serán dos los pases y que (conviene no olvidarlo) el de hoy ha coincidido con un partido del Barça en la Champions...

Sea por lo que fuere, el caso es que la sala 9 de los cines Balmes de Barcelona no se ha llenado. Ni tampoco ha hecho falta para que los asistentes disfrutasen a base de bien con el usual repertorio de clásicos pinkfloydianos. Comenzando por "Breathe", tema introductorio del mítico Dark Side of the Moon (1973), o el instrumental "One of these days" del álbum Meddle (1971), aunque también con tres canciones —"The Last Refugee", "Déjà vu", "Picture that"— pertenecientes a Is This the Life We Really Want? (2017), el que, presumiblemente, será testamento y último trabajo en estudio de Waters.



El tándem que integran Sean Evans y el propio artista ha concebido el filme como si éste mostrase un único concierto y no el resumen de un larguísimo tour mundial. A este respecto, el show combina espectacularidad y compromiso político a partes iguales, con continuas proclamas anti Trump y en favor de la causa palestina o de preservar el planeta. Quizá el momento álgido sea, en ese sentido, la recreación virtual de la Battersea Power Station, icónica portada del álbum Animals (1977) que emerge desde el centro del recinto y sobre cuya fachada se proyectan mil y una imágenes, mensajes e incluso controvertidas citas textuales extraídas de los discursos del presidente norteamericano.

Con todo, el resultado final posee un innegable toque mainstream, con continuos insertos de primeros planos de fans enfervorecidos cantando las canciones. Lo cual da una idea de hasta qué punto, valga la paradoja, lo reivindicativo puede acabar convertido en un producto convencional. Quizá por ello, Waters, quien, a sus setenta y seis años, tiene ya suficiente experiencia de la vida y, sobre todo, de este negocio, culmina la película con una reflexión en off sobre la naturaleza circense que se halla en la base de la industria musical y, sobre todo, en el carácter masivo que han acabado adquiriendo los conciertos de rock en abarrotados estadios de fútbol. Precisamente, y como interesante propina, las más de dos horas de metraje de Us + Them se complementan con el documental A fleeting glimpse: aproximación en clave íntima a la vida entre bastidores de una estrella (impagable la escena en la que Waters se niega a darle la mano a un joven seguidor por miedo a posibles gérmenes) y a los ensayos y/o preparativos que conlleva una gira de tales proporciones.

Interpretando "Time"

4 comentarios:

  1. Esta no me la pierdo, tarde o temprano la veré. Aún recuerdo -y colecciono- el documental Live at Pompeii (el bueno, el de 1972), lo vi unos años después en el cine cuando se estrenó es España. Estuve varios días en shock. En tv no es lo mismo, claro.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya, vaya, Fernando. O sea que, además de pasión cinéfila, compartimos también el gusto por la buena música.

      Pues nada, hombre: encantado de recibir tu visita y tu comentario.

      Saludos,
      Juan

      Eliminar
  2. Hola Juan!
    Pues tomo muy buena nota de esta reseña. Siempre recordare aquella tarde/noche que fuimos en pandilla a ver The Wall (1982), fue toda una experiencia...
    Creo que fue en una tienda de Zara hace algunos años cuando vi una camiseta con la cara de Sid Vicious, es por eso que me parece no andas muy desencaminado en cuanto a reivindicaciones y convencionalismos...jeje
    Lo dicho, interesante como de costumbre el post, saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre, Fran: si hasta con la cara del Che Guevara se hacen camisetas, ya me contarás a qué no estará dispuesto un artista que vive de su música. Con todo y con eso, Pink Floyd forma parte de la educación sentimental de varias generaciones y Roger Waters no sólo se mantiene en plena forma, sino que sigue siendo un referente en muchos aspectos (pese a que dé públicamente su apoyo a Nicolás Maduro).

      Saludos.

      Eliminar