viernes, 11 de octubre de 2019

Nadie escapará (1944)




Título original: None Shall Escape
Director: André De Toth
EE.UU., 1944, 86 minutos

Nadie escapará (1944) de André De Toth


The time of this story is the future... Los títulos de crédito iniciales de None Shall Escape subrayan un detalle de vital importancia que hoy podría pasar desapercibido: en el momento de su estreno aún faltaba más de un año para el fin de la guerra y, por ende, los Juicios de Núremberg tampoco habían tenido lugar. Lo cual confiere a una simple cinta de propaganda (y de serie B, para más inri) el valor profético de haber intuido, punto por punto, cómo había de desarrollarse el curso de los acontecimientos en el futuro inmediato.

A este respecto, basta con analizar la escena inicial —en la que el juez, consciente de la trascendencia de sus palabras, mira a cámara antes de que ésta inicie un barrido por la sala, mostrando el carácter interracial de los miembros del jurado— para darse cuenta del enorme parecido con la puesta en escena que, casi dos décadas después (pero ahora, ya sí, a partir de hechos reales), plantearía Stanley Kramer en ¿Vencedores o vencidos? (1961).



El húngaro André De Toth (1913–2002), él mismo víctima y testigo de la barbarie nazi, se sirve de sucesivos flashback para narrar con solvencia unos hechos que abarcan varios lustros de la vida en una pequeña localidad polaca llamada Lidzbark. La acción arranca en la primavera de 1919, justo cuando el municipio empieza a recuperarse de los efectos de la Gran Guerra, y, a través del testimonio de los declarantes, se centrará en los momentos estelares que han marcado la "convivencia" entre sus vecinos.

Se suele considerar que None Shall Escape fue la primera producción hollywoodense que se atrevió a hacer referencia a las deportaciones masivas de judíos con destino a los campos de exterminio. Circunstancia que la equipara, por lo relevante de su valor histórico a la hora de reflejar y denunciar semejante injusticia en el momento en que estaba sucediendo, con títulos como The Great Dictator (1940) de Chaplin o This Land is Mine (1943) de Jean Renoir.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Te agradezco la reseña y el enlace. Encuentro muy interesantes este tipo de peliculas, es un periodo de la historia reciente que me interesa. Creo que estas peliculas son en cierto modo una especie de "capsula del tiempo".
    Saludos!

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    Respuestas
    1. Ésta, en concreto, predijo con bastante acierto lo que iba a suceder.

      En todo caso, me alegro de que lo que escribo te sea útil.

      Saludos,
      Juan

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