domingo, 4 de febrero de 2018

Tiempo de amor (1964)




Director: Julio Diamante
España, 1964, 74 minutos

Tiempo de amor (1964) de Julio Diamante


Las tres historias que conforman Tiempo de amor, segundo largometraje dirigido por el gaditano Julio Diamante, poseen el denominador común de mostrar relaciones de pareja, en plena época franquista, en las que siempre es la mujer quien sale peor parada. 

Atardecer se centra en Elvira (Julia Gutiérrez Caba) y Alfonso (Agustín González). Tras más de una década de casto noviazgo, él sigue optando a unas oposiciones que nunca aprueba y ella trabaja como mecanógrafa. Noche, en cambio, plantea la iniciación sentimental de María (Enriqueta Carballeira), dependienta en una perfumería y víctima propiciatoria que a punto está de caer en las garras de un donjuán sudamericano llamado Servando (Julián Mateos). Mañana, por último, es la historia del matrimonio formado por José (Carlos Estrada) y Pilar (Lina Canalejas). A pesar de que el cabeza de familia es médico, su mujer y sus tres hijos padecen estrecheces económicas debido a que José prefiere trabajar en los suburbios socorriendo a los más necesitados.

Atardecer: Elvira (Julia Gutiérrez Caba)

Las paredes desconchadas que vemos en los tres episodios nos dan una idea de la España que pretendía retratar la película: un país en el que, irónicamente, el amor difícilmente se impone a la miseria y en el que la mujer sigue ocupando un puesto de absoluta sumisión respecto al hombre. Así, por ejemplo, en Atardecer, Elvira termina sucumbiendo a las pretensiones carnales de Alfonso, quien, una vez saciada su libido, mira de reojo las piernas de otra mujer en el bar; María, protagonista de Noche, deberá soportar los insultos de Servando al negarse a mantener relaciones con él, mientras que en Mañana todas las tareas del hogar recaen sobre Pilar, pese a que José tiene colgadas en el domicilio conyugal reproducciones de cuadros de Picasso (Miserables ante el mar o La tragedia, 1903), la fotografía de un minero o un póster del homenaje a Antonio Machado, toda una declaración de intenciones para la época, que pone de manifiesto su ideología izquierdista.

La música del argentino Adolfo Waitzman le aporta al conjunto su inconfundible toque jazzístico, mientras que la fotografía en blanco y negro de Juan Julio Baena capta con mirada certera la esencia de lo que fueron los años más descarnados del desarrollismo.

Mañana: José (Carlos Estrada) y Pilar (Lina Canalejas)

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