jueves, 30 de abril de 2020

Ovejas negras (1990)




Director: José María Carreño
España, 1990, 84 minutos

Ovejas negras (1990) de José María Carreño


A vuestra edad, hijos míos, existe el peligro de ver la muerte como algo que sucede a los demás. A los mayores, como algo lejano y ajeno. Y no es así. La muerte puede llegar en cualquier momento, a viejos y jóvenes, santos y pecadores, listos y tontos, ricos y pobres. Y nunca olvidéis esto: no hay en el infierno un solo condenado, ni uno solo, que no esté dispuesto a renunciar a las satisfacciones que experimentó en su vida, con tal de librarse del fuego eterno. ¡Pero ya es demasiado tarde! No hay en el infierno un solo condenado, ni uno solo, que no lamente haber nacido. ¡Pero ya es demasiado tarde! Y sin embargo, hijos míos, tened muy en cuenta esto que os digo: la muerte, momento terrorífico para el pecador, es un momento de bendición para el que no se ha desviado del buen camino, para el que está en Gracia de Dios. Porque entonces la muerte es el tránsito a la felicidad infinita, el tránsito a la Gloria eterna.

Sermón en el aula del Padre Crisóstomo

En Directores españoles malditos, Augusto M. Torres dice lo siguiente a propósito del director de Ovejas negras: "Conocí a José María Carreño hace muchos años, a mediados de los sesenta, cuando ambos escribíamos en una revista que tenía el increíble título de Film Ideal […] Vimos muchas películas juntos, pasamos largas horas hablando de cine y nos leíamos, y comentábamos, nuestros respectivos escritos. Lo recuerdo alto, extraño, simpático e indeciso, muy indeciso." Luego, al reseñar la única película dirigida por éste, concluye que, pese a su ritmo demasiado lento, "tiene un notable interés, dentro de su modestia, al reflejar las obsesiones religiosas de una generación."

De poco le sirvió, sin embargo, el ser nominado al Goya a mejor director novel, ya que no volvería a ponerse detrás de las cámaras más que para trabajos puntuales en el medio televisivo. Lo cual no ha hecho sino incrementar la leyenda de un cineasta que moriría prematuramente en 1996, apenas superados los cincuenta años de edad.



Es Ovejas negras un filme en el que la impronta buñueliana se adivina en su particular sentido del humor, tan sádico como anticlerical, que remite directamente a títulos, en la línea de Ensayo de un crimen (1955), de marcado carácter sarcástico. Su protagonista es un cuasi adolescente (Juan Diego Botto) que, tomando al pie de la letra las enseñanzas de la doctrina católica que le han sido inculcadas en el colegio del que es alumno, acabará por convertirse en un asesino en serie convencido de la labor redentora que está llevando a cabo.

Razones que hacen de esta ópera prima (y única) un ajuste de cuentas autobiográfico, narrado en forma de flashback, en el que lo mismo tienen cabida el Hitchcock de The Trouble with Harry (1955) que las "caritativas" ancianitas de Arsenic and Old Lace (1944), pasando por los recuerdos y gamberradas escolares del Fellini de Amarcord (1973).


4 comentarios:

  1. No conozco esta película que parece muy interesante, pero había leído muchas reseñas de José María Carreño, incluso tengo un número antiguo de Film Ideal (adquirido en una feria de libros de segunda mano), con un larguísimo artículo suyo sobre "Grupo salvaje".

    Por lo que he leído en el correspondiente apartado del libro que citas, a él le debemos un estupendo ciclo del programa Cine Club de Televisión Española dedicado a François Truffaut. A dicho programa le debo en buena medida mi formación cinéfila.

    Un abrazo.

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    1. Es muy sugestivo todo lo que cuentas, Ricard. Supongo que Carreño, como Antonio Drove y otros críticos/directores de su generación, debían vivir obsesionados por el cine. No he tenido ocasión de leer nada suyo, aunque me consta que escribió un libro sobre Hitchcock.

      Me alegro de haberte despertado la vena nostálgica.

      Saludos.

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  2. Hola Juan!
    No la he visto pero me despierta curiosidad por lo que cuentas. ¡Ostias!... esa especie de fervorín del padre Crisóstomo tiene tela...jeje Me traen viejos recuerdos estos argumentos, los de mi generación fuimos educados (no habia plan B...) en la religión cristiana, luego sin en casa tenias (como era mi caso) una madre y una tía (maravillosas, eso si...) fundamentalistas católicas, pues imagínate, al final cuando tienes oportunidad pues acabas abrazando el pecado y abandonas toda fe...
    Por cierto, no había visto esa imagen de M. Verdu tan joven (20 años), siempre he sentido mucha atracción por ella, me parece guapísima, en esa imagen me tiene un aire a Natalie Wood...
    Disculpa por la cuña ideológica, no era mi intención ofender las creencias de nadie.
    Siempre agradecido por tus criticas y sugerencias, saludos y buen finde!

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    1. Gracias a ti por la sinceridad de tus aportaciones, Fran.

      Un abrazo.

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