jueves, 16 de abril de 2020

El planeta fantasma (1961)




Título original: The Phantom Planet
Director: William Marshall
EE.UU., 1961, 80 minutos

El planeta fantasma (1961) de William Marshall

3,6 no parece la mejor nota para una película en cuyo cofre del DVD lleva estampado aquello tan recurrente de "Una joya del mejor cine de serie B..." Y, sin embargo, a día de hoy ésa es la puntuación que obtiene The Phantom Planet en el célebre portal IMDb (más de dos mil quinientos usuarios avalan dicho resultado). Evidentemente, ahora tampoco vamos a decir lo contrario: esto es lo que es, que nadie se llame a engaño. Una producción de bajo presupuesto y poco más.

Sin embargo, el cinéfilo minucioso hallará en ella alguna que otra similitud con títulos posteriores pertenecientes a su mismo género e infinitamente mejor valorados. Tal sería el caso, cómo no, de 2001 (1968), a la que se avanza al convertir la Luna en estación espacial y base de operaciones desde la que planificar la conquista del espacio sideral. Es allí, en nuestro entrañable y yermo satélite, donde al inicio del filme se detecta que algo no va del todo bien. Exactamente igual a lo planteado por Kubrick y Arthur C. Clarke en su mítica odisea.

¿La Gallina Caponata? ¡No! ¡Es el Solarita!

También cuando se produzca una avería en la nave en la que viajan los tripulantes de la misión, veremos a uno de ellos descolgarse accidentalmente y flotar en la inmensidad del cosmos, rumbo a los confines del universo y a una muerte segura. A fin de cuentas, son varios y sobradamente conocidos los "saqueos" perpetrados por los susodichos, sobre todo procedentes de las cinematografías del Este, y ahí están para corroborarlo cintas como Destino Espacial: Venus (Der schweigende Stern, 1960) o la checa Viaje al fin del universo (Ikarie XB 1, 1963).

Y sí, de acuerdo: el disfraz del funesto Solarita es patético. Y la posibilidad de un planetoide con pinta de almendra garrapiñada, habitado por liliputienses y manejado de aquí para allá como si fuese una aeronave espacial no hay por dónde pillarla. William Marshall (padre de la cineasta francesa Tonie Marshall, fallecida hace poco más de un mes) nunca pasó de ser un actor de reparto y apenas dirigió tres largometrajes. Pero, con todo y con eso, ¿quién puede negar el encanto de semejante engendro?


4 comentarios:

  1. pero vos decís que Kubrick, el number one, le robò a esta porquerìa? jaja... no quisiera comprobarlo igual je, saludos

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    1. ¡Ay, amigo JLO! La Historia está llena de "genios" que se apropiaron de lo que otros ya habían hecho antes. Porque saben que la gente obtusa les aplaudirá a ellos y se burlarán del modesto...

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  2. Hola Juan!
    Aunque no la he visto (pero caerá fijo...) creo que ese 3,6 es un poco cruel. Sinceramente, el asunto de las votaciones en IMDB es para estudiarlo, supongo que se trata de una media de las votaciones obtenidas, pero bueno, a veces te encuentras resultados sorprendentes, tanto para otorgar suspensos como matriculas de honor.
    Le estaba dando un vistazo (gracias por el enlace) al comienzo y supongo que para un espectador joven acostumbrado al universo Marvel esto es de chiste.
    Bien traído y muy oportuno recordar que muchas de estas películas fueron la semilla para que algunos maestros moldearan sus grandes obras.
    Ufff... la foto de "Caponata" es para tener pesadillas...
    Venga, saludos!

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    1. Es una peli curiosa, que tiene su punto, no apta para puristas y exquisitos.

      Saludos.

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