domingo, 1 de febrero de 2015

Una mujer de París (1923)




Título original: A woman of Paris (A drama of Fate)
Director: Charles Chaplin
EE.UU., 1923, 78 minutos

"The Public Will Fight To See This!"

Una mujer de París (1923)


A woman of Paris
 (1923) fue el primer trabajo de Charles Chaplin para la United Artists, la productora de la que fue socio fundador junto a otros grandes de Hollywood. También fue la primera película que Chaplin dirigió sin actuar en ella, lo cual podría explicar que (a pesar del eslogan que precede a estas líneas) no obtuviera el habitual éxito de taquilla de sus demás títulos, ya que al gran público le costaba imaginar un filme de Chaplin sin Chaplin. Aun así, se cree que quizá es él quien interpreta fugazmente a uno de los operarios en la estación de tren.

La cinta narra la historia de la joven Marie Saint-Clair (Edna Purviance) y su novio Jean Millet (Carl Miller), vecinos ambos de una pequeña aldea francesa y que planean marcharse juntos a la Ciudad de las Luces para allí contraer matrimonio. La noche en que tienen previsto coger el tren, el padre de Jean fallece repentinamente, lo cual impide al joven acudir a la estación; ello tendrá como consecuencia que, sin que conozca los motivos de la ausencia de su prometido, Marie parta sola rumbo a París.



Un año más tarde, ella se ha convertido en la amante de un millonario, Pierre Revel (interpretado por el mítico Adolphe Menjou). En una ocasión es invitada a una fiesta, pero se equivoca de dirección y se topa con Jean, quien ahora es pintor, y éste le pide pintarle un retrato. Marie observa que Jean luce un brazalete negro y le pregunta que por quién lleva luto, momento que el muchacho aprovechará para contarle que su padre murió, siendo ésta la razón por la que no pudo emprender el viaje con ella. Acto seguido, le confesará que aún la ama.

Días después, Marie escucha por casualidad una conversación entre Jean y la madre de éste en la que él afirma no querer realmente casarse con ella. Marie regresa con Pierre y, al saberlo, Jean se suicida de un disparo. Finalmente, Marie regresa al campo, donde vivirá con la madre de Jean, cuidando huérfanos. Un día, montada en la parte trasera de una carreta junto a algunos de los niños, se cruzará en un camino con un lujoso descapotable en el que viaja Pierre, sin que ninguno de los dos lo advierta, mientras Pierre le explica a su chófer con su acostumbrada indiferencia no saber nada de Marie desde hace tiempo...


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