Título alternativo: A touch of sin
Título original: Tian zhu ding
Director: Jia Zhangke
China - Japón - Francia, 2013, 133 minutos
Un toque de violencia (2013) |
El rápido crecimiento económico en los denominados países emergentes suele ir acompañado de un paulatino incremento de las desigualdades sociales, amén de una corrupción que, en no pocas ocasiones, viene ya de muy antiguo, convirtiéndose en un lastre que de forma crónica condiciona, cuando no hostiga, las vidas de sus ciudadanos. La podredumbre del sistema genera frustración y la frustración engendra una violencia sin límites.
En los últimos tiempos, han dado buena cuenta de ello diferentes películas procedentes de territorios como, por ejemplo, Brasil (tal sería el caso de Ciudad de Dios [Fernando Meirelles, 2002] o Tropa de élite [José Padilha, 2007]), Rusia (Leviatán [Andrey Zvyagintsev, 2014], ya comentada en una entrada anterior de este blog) o China, región en la que se ambientan las cuatro historias independientes de Un toque de violencia, cuyo guion resultó premiado en el Festival de Cannes 2013. Mediante un estilo sobrio, el film presenta un mosaico de la actual China cimentado a partir de la situación límite a la que se ven expuestos sus personajes. Las escenas de violencia son filmadas sin reparos, con sumo realismo, como reflejo de una sociedad en descomposición.
Un encolerizado minero que acaba por rebelarse, tomándose la justicia por su mano contra la corrupción reinante en su comunidad. Un emigrante que, al regresar a casa por Año Nuevo, comprueba las muchas posibilidades que posee su arma de fuego. La atractiva recepcionista de una sauna que estalla cuando un par de clientes la humillan. Un joven de clase obrera que va de empleo en empleo aspirando a mejorar un poco su vida... Merced a una puesta en escena brusca y despiadada en extremo, Un toque de violencia es ya uno de los filmes más singulares del cineasta Jia Zhangke.
No hay comentarios:
Publicar un comentario