Título original: Year of the Dragon
Director: Michael Cimino
EE.UU., 1985, 134 minutos
El siempre excesivo Michael Cimino volvía a las pantallas de hace treinta años con esta historia aparatosa en la que Stanley White, un veterano de la guerra de Vietnam, es enviado a Manhattan Sur tras quince años de brillantes servicios en la policía. Su misión en este peligroso distrito de Nueva York será acabar con las bandas juveniles que controlan aquella área. Después de algunas indagaciones acabará enfrentándose a la peligrosísima mafia china, liderada por Joey Tai, y cuyos procedimientos para controlar el tráfico de estupefacientes son de una agresividad extrema. Paulatinamente el acabar con el crimen organizado se irá transformando entonces en una idea fija para Stanley White, aunque las secuelas de un pasado tormentoso y su actual situación personal lo empujarán mucho más lejos de la labor que le han encomendado.
En su momento, la película fue acusada por algunos sectores de ser abiertamente racista debido a la visión negativa que de la comunidad china se ofrecía en ella. Lo cierto es que, a pesar de incidir de nuevo en la fórmula ultraviolenta que le diera la fama con El cazador (1978), Cimino no logra repetir el éxito en el caso de Manhattan Sur. De hecho, ninguna de las ocho películas que hasta la fecha ha dirigido el cineasta ha logrado ni tan siquiera igualar la notoriedad que alcanzara gracias a aquel film.
Por otra parte, con el transcurso del tiempo quizá hoy no resulte demasiado creíble cómo el personaje interpretado por Mickey Rourke va pasando de los brazos de su esposa (una ferviente católica de origen polaco) a los de su amante (la reportera de origen chino que le ayudará a plantar cara a los cabecillas del hampa). Pero no hay que olvidar que los Brian de Palma, Abel Ferrara, el primer Scorsese o el propio Michael Cimino, entre otras inmensas figuras de la pléyade de directores americanos surgidos a partir de los setenta, hicieron bandera de este estilo recargadamente ampuloso que les ayudaría a consagrarse definitivamente en Hollywood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario