Título original: L'image manquante
Director: Rithy Panh
Camboya - Francia, 2013, 92 minutos
La imagen perdida (2013) de Rithy Panh |
Se cumplen cuarenta años de la llegada al poder de los Jemeres Rojos en Camboya. Las cifras son tan contundentes como tristemente célebres: se calcula que entre 1975 y 1979 más de dos millones de personas fueron exterminadas como consecuencia de la aplicación radical del ideario maoísta del régimen liderado por Pol Pot, en lo que supone uno de los mayores genocidios en la historia de la humanidad.
La Camboya de hoy en día, a diferencia de la Kampuchea Democrática de entonces, comienza a convertirse en un destino turístico cada vez más demandado, con la consiguiente pérdida de personalidad que cualquier proceso de masificación supone. Quizá por ello, y antes de que el paso del tiempo acabe por desdibujarlo todo, el director de origen camboyano y afincado en Francia Rithy Panh se propuso dar testimonio de lo que aquella tragedia supuso para él y su familia. Aunque el proyecto enseguida topó con un enorme inconveniente: la práctica inexistencia de imágenes de aquel periodo, dada la aversión de los Jemeres Rojos por cuanto pudiera implicar el más mínimo atisbo de progreso occidental.
La forma de solucionarlo resulta, cuando menos, original: las escasas imágenes de archivo que han sobrevivido se complementan mediante el uso de figuritas de barro pintadas a mano. Una voz en off que representa al director en primera persona se encargará del resto. Se recrea así la imagen perdida a la que alude el título: la reconstrucción de lo acaecido en Phnom Penh (la capital del país) durante aquellos cuatro años de horror es, al mismo tiempo, un conmovedor homenaje a la infancia de la que Rithy Panh se vio brutalmente despojado.
No es la primera vez que el conflicto camboyano ha inspirado una película. En Los gritos del silencio (1984), Roland Joffé llevaba a cabo una aproximación al tema más convencional si bien no exenta de patetismo. No obstante, y en otro orden de cosas, conviene no olvidar el insólito caso del rey Norodom Sihanouk, quien, llevado por una enorme pasión cinéfila, llegó a dirigir hasta 21 filmes a lo largo de su vida, encontrándose, entre los más destacables: Apsara (1966) y Crepuscule (1969). Sin embargo, precisamente sería Sihanouk, por paradójico que pueda parecer, el responsable de que los Jemeres Rojos obtuvieran el poder tras aliarse con ellos. Aunque esa ya es otra historia.
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