Directora: Neary Adeline Hay
Francia/Camboya, 2018, 71 minutos
Angkar (2018) de Neary Adeline Hay |
Por más que nos las hayan repetido una y mil veces, las cifras del genocidio camboyano siempre seguirán siendo pavorosamente espeluznantes. Aunque hayan pasado más de cuarenta años desde aquel fatídico experimento mediante el que se pretendía "redimir" al ser humano condenándolo a trabajar arduamente en el seno de una sociedad agraria.
La joven cineasta francesa Neary Adeline Hay, hija de un superviviente que logró escapar del régimen de terror instaurado por los Jemeres Rojos, plantea en su primer documental un viaje al "corazón de las tinieblas" similar a aquél que ya propusieran algunos filmes de ficción —Apocalypse Now (1979), The Killing Fields (1984)—, pero con la salvedad, nada desdeñable, de que todo lo que vamos a ver y oír durante algo más de una hora es rotundamente real.
Es en ese mismo sentido que Khonsaly, el padre de la directora, regresa al escenario de la masacre para reencontrarse con algunos de sus antiguos torturadores, hoy convertidos en venerables ancianos en los que nada haría sospechar un tan turbio pasado. Si no fuera porque, al fin y a la postre, son ellos mismos quienes no tienen reparos en admitir, sin ambages, cuál fue su cometido como miembros de "La Organización" o Angkar.
Y bien: ¿qué ha quedado después de tanto sufrimiento? Hacia el final del filme se muestra a un grupo de jóvenes que baila despreocupadamente en una discoteca como si los tres años y nueve meses que duró el horror en la otrora Kampuchea Democrática no hubiesen sucedido jamás. Hoy Camboya es un destino turístico en auge y es cuestión de tiempo que se acabe convirtiendo en una nueva Tailandia. Las víctimas, sin embargo, conservarán para siempre el desconsuelo dentro de sí mismos. Quizá por ello la cineasta opta por filmar a su padre de espaldas en no pocas ocasiones.
Hola Juan!
ResponderEliminarInteresante y sobrecogedor asunto a partes iguales. No se si la sombra del holocausto nazi no deja ver el bosque pero desgraciadamente nuestra historia reciente esta plagada de matanzas y asesinatos en masa. Supongo que el hecho de que no existan tantas peliculas o material grafico tambien provoca que tengamos un desconocimniento mayor y eso que es mas reciente en el tiempo. De vez en cuando veo algun documental de tematicas similares y la verdad que a uno le queda muy mal cuerpo.
Me apunto tu recomendación, saludos y feliz semana!
Totalmente de acuerdo, Fran: otro caso similar a lo que apuntas sería el del genocidio armenio.
EliminarAunque, por muy mal cuerpo que se nos quede, conviene dar a conocer tales aberraciones.
Gracias por tu comentario y hasta pronto.
Por desgracia la violencia sigue, aquí o allí. Incluso las condenas del horror son injustas, hay tragedias más 'mediáticas' que otras.
ResponderEliminarUna gran e interesante película, ojalá su directora pueda ofrecernos futuros trabajos tan interesantes.
Seguro que así lo hará: la Mostra de films de dones nos mantendrá al corriente de ello.
EliminarSaludos,
Juan