Título original: La guerre des miss
Director: Patrice Leconte
Francia, 2008, 89 minutos
Guerra de misses (2008) de P. Leconte |
Tras dirigir Mon meilleur ami (2006), una película enteramente parisina, el director Patrice Leconte se descolgaba con otra de sus comedias, aunque ahora totalmente ambientada en un contexto provinciano. En ese sentido, los pueblecitos de Charmoussey y Super Charmoussey vendrían a ser el equivalente francés de nuestros Villarriba y Villabajo, motivo que tal vez explique por qué el filme permanece inédito en nuestras carteleras (en su momento, los exhibidores tal vez consideraron que el suyo era un humor localista en exceso, sin demasiado tirón comercial entre el público español, si bien A Contracorriente lo acabaría editando en DVD).
Humor amable con el belga Benoît Poelvoorde ejerciendo de particular coach, algo así como el "ídolo" local por haber hecho de extra en alguna que otra producción cinematográfica de cierto éxito. Vamos: que el Franck Chevrel al que da vida (y que será también el narrador de la película) da más risa que otra cosa en sus funciones de preparador de un puñado de humildes muchachas de pueblo, aspirantes a hacerse por vez primera con el ansiado título de Miss Pays de Garupt que, hasta la fecha, siempre ha ido a parar a manos de la próspera localidad vecina con la que rivalizan.
El alcalde (Jacques Mathou) recibe a Franck con los brazos abiertos |
En realidad, La guerre des miss plantea un escenario marcado por la recesión económica: el habitual en tantas aldeas de montaña, excesivamente dependientes de la actividad turística generada alrededor de las estaciones de esquí. De ahí que, en las conversaciones de unos y otros, esté tan presente la nieve, a cuyo espesor está supeditada la actividad comercial de la zona, y que los respectivos alcaldes anden tan obsesionados con ganar un certamen de belleza con el que aspiran a revitalizar el ambiente de la comarca.
Hay, por último, toda una trama personal en este guion (escrito, como en otras ocasiones de la ya extensa filmografía de Leconte, por Fred Cavayé). Y es la historia de un perdedor (Chevrel), procedente, a su vez, de una familia de perdedores (su padre, aún el hazmerreír del pueblo bastantes años después de su trágica muerte, se pasó toda la vida buscando petróleo en una parcela de su propiedad, para acabar matándose al intentar batir el récord del mundo de salto de esquí), que regresa a la empobrecida Charmoussey para reencontrarse con un antiguo amor de juventud, la bella Cécile (Olivia Bonamy), madre de una difícil adolescente gótica de dieciséis años recién cumplidos y que acabará teniendo un papel tan inesperado como esencial en el desenlace.
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