Director: Antonio Román
España, 1955, 90 minutos
No te vuelvas pa' Estocolmo.
Te lo pido de rodillas,
que quiero yo presumir
en la feria de Sevilla.
Nórdica de mi ensueño,
mujer de mis enderezos,
quisiera ser esquimal
pa' darte en la boca un beso...
Tras su apariencia de comedia amable, Congreso en Sevilla escondía, sin embargo, una visión completamente interesada de los tópicos en torno a lo español y a los "avanzados" países nórdicos. Así pues, si los adustos suecos son retratados como fríos y cerebrales individuos parcos en palabras, la candorosa protagonista no tiene más que desatarse por soleares para que aquéllos se rindan automáticamente a sus pies. Y si, aun todo y con ésas, queda alguno reacio (como la circunspecta doctora Petersen), bastará con que pruebe la manzanilla, ya en la capital andaluza, y el milagro se obrará sin remisión.
La España del turismo de masas comenzaba a perfilarse a mediados de la década de los cincuenta y ello es algo que se percibe muy a las claras en esta película, ya desde el propio título, que parece invitar a los abúlicos escandinavos a desmelenarse en Sevilla con el pretexto de celebrar un congreso médico. Desde luego, un argumento digno de la mente estrecha del inefable José María Pemán, luego endulzado y revisado con los diálogos de los Colina, Santugini y Tono de marras.
Pero hasta en ese marco pretendidamente idílico y folclórico hay lugar para la nota ideológica: se dispone Carmen Fuentes (el personaje al que da vida Carmen Sevilla) a cantar "Caminito de Alcalá" en el interior de las bodegas jerezanas de Pedro Domecq. Y, ¿qué es lo que se ve de fondo? Pues una barrica de manzanilla sobre la que aparece estampada la siguiente leyenda: "A la gloriosa Legión creada por el heroico mutilado General Millán Astray (19 noviembre 1938)". Y en la de al lado el nombre de otro general golpista: García Valiño. ¿Inocente casualidad? Obviamente no. Como la perla machista de turno, curiosa variación misógina del "¡Que inventen ellos!" unamuniano:
Dra. PETERSEN: ¿Qué dirían mis alumnos si me viesen? Yo me debo a la ciencia.
PACO DOMÍNGUEZ: ¡Bah! ¡La ciencia está bien para los señores de barba! ¡La misión de una mujer es hacer feliz a un hombre y poblar la tierra...!
Dra. PETERSEN: ¿Qué dirían mis alumnos si me viesen? Yo me debo a la ciencia.
PACO DOMÍNGUEZ: ¡Bah! ¡La ciencia está bien para los señores de barba! ¡La misión de una mujer es hacer feliz a un hombre y poblar la tierra...!
Con todo, la intervención de Fernán Gómez haciendo de cirujano sueco o la de los secundarios Manolo Morán y, en menor medida, Pepe Isbert o un Manolo Gómez Bur con camisa de fuerza, hacen que valga la pena revisar este filme, en el que ya se planteaba, por cierto, una terrible constante de nuestra historia: la de los españoles que se ven forzados a buscarse la vida en el extranjero (en este caso, en Estocolmo) sin demasiada fortuna.
"¡Como este sol no hay nada en el mundo!": la lluvia en Sevilla |
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