martes, 29 de marzo de 2016

Compañero de mi vida (1943)




Título original: Tender Comrade
Director: Edward Dmytryk
EE.UU., 1943, 102 minutos

Compañero de mi vida (1943) de Edward Dmytryk


Con algún problema técnico y algo de retraso, comenzaba esta tarde la primera de las tres presentaciones que Elisabeth Bronfen tiene previstas a lo largo de la semana en la Filmoteca de Catalunya con motivo del ciclo/seminario Espectros de la guerra. Bronfen, profesora de Estudios Angloamericanos en la Universidad de Zurich, es autora del libro Specters of Wars, en el que analiza la tendenciosidad con la que a menudo ha sido tratada la temática bélica en el cine de Hollywood a lo largo de la historia.

En el caso concreto de la Segunda Guerra Mundial, fueron numerosos los filmes (documentales y de ficción) en los que se insistió en presentar a las mujeres como sustitutas de los hombres que se hallaban en el frente. Es, asimismo, enormemente significativa la efigie de Rosie the Riveter ('Rosie, la remachadora'), el personaje creado por Norman Rockwell que llegó a convertirse en un icono feminista.

Dos iconos de los años cuarenta dedicados a la mujer trabajadora

Como se puede observar en la imagen de la derecha, Rosie destaca por sus poderosos brazos. Las chapas del pecho revelan su militancia en entidades comprometidas con el progreso. No falta la nota nacionalista, ya que está arropada por la bandera americana (símbolo de la libertad) mientras que simultáneamente pisotea un ejemplar del Mein Kampf (símbolo del fascismo). El mono de trabajo, el martillo hidráulico y el sandwich representan a la mujer trabajadora (a menudo en fábricas de armamento).

La imagen de la izquierda es obra de J. Howard Miller y fue creada para la Westinghouse Electric en 1943. Con ese gesto a medio camino entre presumir de músculos y hacer un corte de mangas, la obrera lanza la proclama "¡Podemos hacerlo!" (We Can Do It!) con el objetivo de persuadir a otras para que se unan a la causa.

Compañero de mi vida (escrita por Dalton Trumbo y dirigida por Edward Dmytryk, ambos víctimas de la caza de brujas) refleja fielmente lo que fue el cine propagandístico durante la contienda. Como Rosie the Riveter, Jo Jones (interpretada por Ginger Rogers) es una aguerrida muchacha que trabaja en una fábrica y que logrará convencer a sus compañeras para irse a vivir todas juntas a la misma casa. Los maridos de varias de ellas han sido llamados a filas, lo cual las convierte en la primera línea de la retaguardia (las tiernas camaradas a las que alude el título, con una cierta connotación machista que recuerda al concepto del reposo del guerrero).

El caso más relevante es el de Chris (Robert Ryan), cuya historia de amor con Jo se relatará a base de flashbacks, siempre precedidos de un plano en el que se aprecian las siluetas de los dos, cogidos de la mano mientras contemplan el sol en el horizonte. El suyo no será un camino plácido, aunque el mensaje final del filme sea que, a pesar de las adversidades y por muy duras que sean, siempre hay que perseverar con abnegación.

Barbara (Ruth Hussey): a pesar de trabajar en una fábrica
las mujeres mantienen su femineidad y coquetería

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