miércoles, 23 de marzo de 2016

Jauja (2014)




Director: Lisandro Alonso
Argentina/Dinamarca/Francia/Méjico/EE.UU./Alemania/Brasil/Holanda, 2014, 109 minutos

Jauja (2014) de Lisandro Alonso


Comienza la película y, cada cierto tiempo, alguien se levanta y abandona la sala. Es una historia de sobras conocida: la rebelión de los devoradores de palomitas, aquellos que se niegan a admitir que es posible un cine en el que no haya doce clímax por minuto. Y es realmente una lástima, porque Jauja es un filme de una belleza portentosa. Se diría que más que proyectarse sobre una pantalla, el cuadrilátero es una ventana abierta a la existencia y al espacio...



Primero en la Patagonia argentina, en 1882. Un padre y su hija charlan en danés. Él dice que pronto regresarán a casa, lejos de ese paisaje de hermosura indómita en el que gauchos e indios campan a sus anchas. Y también soldados, porque Gunnar Dinesen (Viggo Mortensen) es un ingeniero militar de la armada que no parece, por cierto, congeniar demasiado con los hombres que tiene a su cargo. Será debido a las diferencias culturales o a sus dificultades en el dominio del castellano.

En todo caso, cuando su hija Ingeborg (Viilbjørk Malling Agger) se fugue con uno de los oficiales, no dudará en ir en pos de la pareja, adentrándose en regiones tan áridas como inseguras. Y luego viene el giro inesperado: falto de sustento y de caballo, dará con una misteriosa anciana en una cueva.



De realismo mágico podría, sin duda, ser calificado este ejercicio de caligrafía que es Jauja. Su director, el argentino Lisandro Alonso, no solo ha explorado el concepto de western gauchesco, a partir del modelo establecido por el Dead Man de Jim Jarmusch de hombre civilizado que abandona la sociedad para fundirse progresivamente con el cosmos, sino que también experimenta con las leyes del tiempo y de la distancia (como comprenderá quien conozca ya su inesperado final).

Aunque es el propio Viggo Mortensen uno de los que más se ha implicado en el proyecto, no solo en la parte visible sino sobre todo en labores de producción, promoción e incluso en la banda sonora: suya es la música (escasa, pero muy bien elegida) que escuchamos. Son dos temas instrumentales ("Moonset" y "Sunrise") que proceden del álbum Please Tomorrow, publicado por Buckethead & Viggo Mortensen en 2004.

Planos largos, silencios prolongados, protagonismo del entorno natural por encima de los personajes... son solo algunos de los elementos principales de una propuesta que equipara cine y poesía.

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