sábado, 19 de marzo de 2016

Playtime (1967)




Director: Jacques Tati
Francia/Italia, 1967, 124 minutos

Playtime (1967) de Jacques Tati


Quizá no posea la fuerza de Las vacaciones de Monsieur Hulot (1953) ni la gracia de Mon oncle (1958), pero de lo que no cabe duda es que Jacques Tati llegó a la cima de su refinamiento formal con este sofisticado análisis sobre la modernidad. Deudora de Chaplin en muchos aspectos (la aspiradora con faros o la larga y trepidante escena en el restaurante son claros guiños a Tiempos modernos), Playtime va, sin embargo, más allá en lo que podría calificarse de deconstrucción de los artificios de la comedia.

Sin llegar a ser exactamente un mimo, su Monsieur Hulot intenta encontrar su lugar en un aséptico paraíso artificial de líneas ultraestilizadas, dominado por la tecnología e invadido por el turismo. No lo tendrá nada fácil, pues este hombre pertenece a otra época, a otro mundo: su pipa, su sombrero, su gabán y su paraguas lo delatan. Más allá del resbalón, del gag inocente (que no sencillo), de la risa fácil que provoca el desgarbado Monsieur Hulot, Playtime es, por encima de todo (y ahí reside uno de sus méritos), una crítica a la producción en cadena, al desarrollo urbanístico desmesurado, a la planificación milimétrica de la vida, a la uniformidad de unos individuos que parecen fabricados en serie, a una especie (la nuestra) que, en definitiva, cada vez tiene más de ludens y menos de sapiens.

Por eso mismo cobra tanta importancia la joven turista a la que al final del filme el protagonista regala un fular: porque se humaniza al tener un gesto amable con él, desmarcándose de la masa anónima de visitantes extranjeros y de la monótona homogeneidad de tanta azafata huera y tanta anodina secretaria.

Monsieur Hulot: el hombre frente a la masa alienante

Jacques Tati se arruinó con la producción de Playtime: a los monumentales y costosos decorados a escala real que mandó construir en Joinville hubo que sumar el escaso éxito que tuvo la película en taquilla. He ahí el riesgo que se corre cuando un cineasta se avanza a su tiempo. De todas formas, hoy día, que podemos disfrutar de la versión restaurada del filme sin mayor problema, habría que agradecerle a Tati el enorme esfuerzo que llevó a cabo para legar a la posteridad una obra maestra de tales proporciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario