Director: Alexander Payne
EE.UU., 2013, 115 minutos
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| Nebraska (2013) de Alexander Payne |
Hay diálogos de Nebraska (2013) que rozan lo delirante. Sirva, a modo de ejemplo, la escena en la que los Grant, la familia protagonista, visita el cementerio local de Hawthorne y la madre (June Squibb) pasa revista a las lápidas de los parientes o viejos conocidos que allí yacen enterrados. Pocas veces se ha visto en una película (por lo menos en el cine estadounidense) semejante cantidad de mala leche comprimida en tan pocos minutos.
Parece muy probable que la genialidad de esta atípica road movie en blanco y negro (y que conste que ello sería extensible al conjunto de la filmografía de su director) reside en una sabia combinación de humor y crítica social cuyo resultado más certero constituye el retrato de la América profunda y decadente de la recesión económica de hoy en día (o de hace una década, que para el caso es lo mismo).
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De igual forma, la insólita relación paternofilial que constituye la esencia del argumento, magistralmente interpretada por el tándem Bruce Dern-Will Forte, arroja la impronta de un tipo de antihéroes que precisamente por lo quijotesco de sus respectivas intenciones (cruzar el país para cobrar el millón de dólares que jamás ganó; hacer feliz, en la recta final de su existencia, al padre alcohólico que nunca ejerció verdaderamente como tal) se acaban ganando la simpatía del espectador desde el minuto uno.
Aunque, si bien se mira, el patetismo de la propuesta de Alexander Payne había ya tenido un claro precedente algunos años antes con la no menos entrañable The Straight Story: Una historia verdadera (1999) de David Lynch, otra cinta de carretera con similares vínculos familiares, en aquel caso fraternos, que, tal vez por estar producida por la Disney, no hurgaba tanto (o en la misma proporción que Nebraska) en las heridas de una sociedad (la del sobrepeso y el desempleo) bastante menos idílica de lo que a menudo se nos ha hecho creer.
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También se parece a la reciente "Los que se quedan". Hay una relación paternofilial (allí, en sentido figurado, aquí literal), y un viaje revelador (Boston o Nebraska, en ambos lugares hace bastante frío).
ResponderEliminarUn abrazo.
En el fondo, y que conste que para mí eso es una virtud, se podría decir que Payne hace siempre la misma película.
EliminarUn abrazo.
Me gustó mucho "Una historia verdadera" y recuerdo cuando se estrenó "Nebraska" que me apetecía verla sólo por esa referencia anterior, pero al final me quedé sin verla en el cine. Quiero ponerle remedio.
ResponderEliminarSaludos!
Pues nada, hombre: ahora lo tienes fácil. Te encontrarás con una soberbia obra maestra. Incomprensiblemente, no le concedieron ningún Óscar, ni siquiera a Bruce Dern por su portentosa actuación de anciano con demencia senil.
EliminarSaludos.
Una sabia mezcla entre esos momentos cómicos y los que hacen entrañable.
ResponderEliminarYa lo creo: marca de la casa. En eso consiste el estilo de Alexander Payne.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarDe todas tus últimas reseñas, elijo comentar acá porque es la única película que vi y, viendo tus reseñas y el listado de la filmografía por ahí noto también que es la única que vi de Alexander Payne.
La vi de casualidad y me gustó mucho, tiene esa mexcla que marcas entre humor y momentos dramáticos extraños.
Pues ahora me doy cuenta que en ese momento no fui a buscar otras del mismo director, así que a partir de hoy estaré atento.
Abrazos, amigo cinéfilo
Hola, Frodo:
EliminarLo cierto es que a mí me gustan mucho las películas de este director por su habilidad a la hora de captar una imagen certera de la sociedad estadounidense (cosa que no suele ocurrir con la mayor parte del cine que se hace en Hollywood).
Abrazos.