Título original: Kuolleet lehdet
Director: Aki Kaurismäki
Finlandia/Alemania, 2023, 81 minutos
Fallen Leaves (2023) de Aki Kaurismäki |
El particular universo del finlandés Aki Kaurismäki (Orimattila, 1957) abunda en personajes inexpresivos y un tanto herméticos, seres de pocas palabras cuyo hieratismo oscila entre lo cómico y lo patético. Constantes que en su última película, Kuolleet lehdet (2023), vuelven a repetirse una vez más para narrar ahora la accidentada historia de amor entre dos solitarios incorregibles. Ella (Alma Pöysti) trabaja de reponedora en una gran superficie hasta que la despiden por quedarse los productos caducados; él (Jussi Vatanen) perderá varios empleos a causa de su adicción a la bebida. Sin embargo, tanto el uno como el otro se resisten a ser devorados por la rutina diaria que se palpa en el ambiente.
Porque el mundo que aparece aquí retratado, con ese toque decadente tan característico del cine de su autor, transmite una impronta nada halagüeña en la que el alcoholismo y el telón de fondo de la guerra de Ucrania (siempre presente a través de los partes radiofónicos) dibujan un panorama de lo más desalentador. Lo cual no impide que la clase obrera, pese a los muchos frentes que nublan su horizonte, se desahogue cantando viejas romanzas tristes en el karaoke de algún pub o acudiendo a las sesiones de cine clásico que programa una minoritaria sala de proyección.
Asimismo, la solidaridad entre compañeros y amigos no sólo hace más soportables los sinsabores de la vida diaria, sino que arroja una luz de esperanza sobre la condición humana cuando ya nada hacía suponer que aún se pueda depositar excesiva fe en ella. Y así, las empleadas que salen en defensa de la protagonista para evitar que ésta se quede sin trabajo, las enfermeras que lo atienden a él en el hospital o el colega sobrio (Martti Suosalo) que le da buenos consejos de hermano mayor forman parte de esa red de buenas personas que, pese a su aire sombrío, albergan sentimientos honestos.
En última instancia, la música juega un papel fundamental como leitmotiv ya desde el propio título, alusivo al célebre tema "Les feuilles mortes" y que sonará repetidamente en su versión finesa. Aunque también las notas de la melancólica Sinfonía nº6 de Chaikovski se dejan oír en no pocas ocasiones con similar intencionalidad ilustrativa. Subrayados que alcanzan, por otra parte, al ámbito cinéfilo, con referencias a películas míticas, caso de Breve encuentro (1945), que abordaban igualmente complejas relaciones de pareja. Y un plano final (perdón por el spoiler...) evocando lo que ya hiciera Chaplin en Tiempos modernos (1936).
Otro cineasta de estilo inconfundible y que (como el caso de Payne en "Los que se quedan") nos habla de perdedores que sobreviven a base de dignidad y solidaridad en un mundo dominado por los poderosos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdedores, tal vez, aunque muy entrañables.
EliminarUn abrazo.
Situaciones que se me antojan posibles.
ResponderEliminarCierto, pero siempre con el aire irreal que el director suele imprimirle a sus películas.
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