viernes, 28 de abril de 2023

Vacaciones para Ivette (1964)




Director: José María Forqué
España, 1964, 84 minutos

Vacaciones para Ivette (1964) de Forqué


Sin pretender ser otra cosa que una divertida comedia doméstica, Vacaciones para Ivette (1964) proporciona, no obstante, un inmejorable fresco a propósito de una sociedad tan acomplejada como ansiosa por abrirse al exterior. A este respecto, los miembros del clan Aranda, encabezado por el irrisorio paterfamilias don Federico (José Luis López Vázquez), encarnan a la perfección el estereotipo del españolito subdesarrollado que no puede resistirse a los encantos de una jovial francesita (Catherine Diamant) recién llegada de París.

La trama, no muy alejada en espíritu de otros proyectos del productor Pedro Masó, como la exitosa saga iniciada poco antes con La gran familia (1962), combina elementos estrictamente tópicos (lo mismo en la caracterización de tipos y ambientes castizos que a la hora de retratar sus equivalentes parisinos) con la inocencia juvenil de un amor de verano o las travesuras infantiles protagonizadas por los más pequeños de la casa.



También la suegra (Guadalupe Muñoz Sampedro) resulta enormemente graciosa en sus continuas refriegas con el yerno, de la misma manera que la siempre histriónica Gracita Morales interpreta por enésima vez su característico papel de sirvienta deslenguada. Ingredientes, hábilmente aderezados en el magistral guion de Vicente Coello (repleto de diálogos y réplicas brillantes), que, en manos de un director de la talla de José María Forqué, da como resultado una eficaz película de costumbres.

Mientras tanto, la otra familia, la de los Bernard, acoge durante unos días a Andrés, el típico crío con gafas y algo apocado. Pero aparte de un padre que toca el trombón en un bateau mouche y un niño gamberro que no para de fastidiar al pobre huésped español, apenas alcanzan la vivacidad de sus homólogos madrileños.



6 comentarios:

  1. Me encantó esta película tan inocente. Yo también participé en un intercambio cuando era un mozalbete.

    Un abrazo.

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    1. Esas experiencias iniciáticas nos marcan de por vida.

      Un abrazo.

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  2. Argumento que, con variantes y personajes similares, se repitió varias veces, aunque esta, tiene su originalidad en el asunto del intercambio.

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    1. Sin embargo, el elenco de actores, todos ellos nombres míticos de nuestro cine, dominan hasta tal punto los resortes de la comedia, que es imposible no desternillarse con ellos.

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  3. Hola Juan!
    Me la veré, me resulta interesante lo que cuentas. Ese diccionario de la foto me recuerda a uno que tenia de niño, por aquel entonces en EGB (al menos aquí) estudiábamos francés.
    Saludos!

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    1. Hola, Fran:

      Sí, por aquí lo mismo: también se estudiaba más francés que inglés. Supongo que primaba el criterio de la proximidad geográfica ¡Ah, qué recuerdos la EGB!

      Saludos.

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