jueves, 20 de abril de 2023

Carne de fieras (1936)




Director: Armand Guerra
España, 1936, 63 minutos

Carne de fieras (1936) de Armand Guerra


Carne de fieras (1936) es un título lo suficientemente altisonante como para hacerse una idea aproximada del carácter folletinesco de una trama en la que conviven "niños del arroyo", esposas adúlteras, strippers francesas y boxeadores de medio pelo. Elementos todos ellos de un marcado acento transgresor que explica la aureola de malditismo en torno a una película cuyo destino quedaría irremediablemente condicionado por los avatares históricos que estaban teniendo lugar durante su rodaje.

Y es que filmar semejante astracanada en el Madrid de julio y agosto del 36, con la mitad del ejército sublevado y los milicianos anarquistas patrullando las calles de la capital, sólo podía saldarse con el olvido efectivo de una cinta que iba a pasar los próximos cincuenta y seis años, tras azarosas y prolijas circunstancias (con paso por el Rastro incluido), durmiendo el sueño de los justos, primero en las dependencias del Cine Doré, propiedad del productor Arturo Carballo, y posteriormente en los archivos de la Filmoteca Zaragozana.

Tina de Jarque en el papel de Aurora


Pero, como en tantas otras ocasiones, hubo de ser gracias a la pericia y buen juicio de Ferran Alberich que se desempolvasen las bobinas de aquel proyecto inconcluso para llevar a cabo una laboriosa tarea de restauración, a partir de diversos fragmentos sin montar (más los datos procedentes de varias claquetas), que culminaría con éxito en 1992.

La tosca realización del inefable Armand Guerra (nombre artístico del tipógrafo y cineasta valenciano José María Estívalis Calvo) deja entrever, sin embargo, un enorme valor documental, fruto de la hora convulsa previa a la contienda civil, sí, pero también de unos usos y costumbres, hoy muy remotos, que arrojan la impronta de una España que no pudo ser. En ese aspecto, el cuerpo desnudo de Marlène Grey, prodigando su belleza, a fuerza de latigazos, entre los leones de un circo, se convierte en la imagen definitoria de una sociedad tradicionalmente patriarcal, pero ansiosa, al mismo tiempo, de modernidad.

El vivaracho niño "Perra Gorda" junto a su padrino Pablo


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    La película en si y las circunstancias que la rodean resultan interesantes e inquietantes a partes iguales. Pues menudo descubrimiento el que nos traes, el poster ya me dejo muy sorprendido. No había oído hablar nunca de Marlene Grey, buscare información.
    Saludos!

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    1. Difícilmente encontrarás muchos más datos sobre ella, ya que, como el resto del reparto, durante la Guerra Civil desapareció sin dejar rastro. Hubo quien creyó verla, eso sí, actuando tiempo después en los cabarés del Norte de África, aunque no hay nada confirmado. En cualquier caso, si te animas a ver la peli, te vas a tronchar con el niño porque, pese a lo pequeño que es, tiene unas salidas muy ocurrentes.

      Saludos.

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