sábado, 15 de abril de 2023

Tout est pardonné (2007)




Título en español: Todo está perdonado
Directora: Mia Hansen-Løve
Francia/Alemania, 2007, 105 minutos

Tout est pardonné (2007) de Mia Hansen-Løve


"Conmovedora" es la palabra que más repitieron las críticas cuando vio la luz Tout est pardonné (2007), ópera prima de la cineasta francesa Mia Hansen-Løve. Y a fe que el calificativo hacía honor a la verdad, considerando la temática del filme, así como la maestría con la que la joven realizadora abordaba la historia de un padre de familia, escritor y periodista, por culpa de cuyas adicciones perderá a su mujer y a su hija.

La acción arranca en 1995, en Viena, donde residen Victor (Paul Blain) y Annette (Marie-Christine Friedrich) junto con la pequeña Pamela, su única hija, de apenas seis años. En principio las cosas parecen ir como una seda, pues se muestra a los protagonistas la mar de contentos participando en todo tipo de celebraciones familiares. Una felicidad que, sin embargo, queda empañada a partir del momento en el que vemos a Victor solicitar los servicios de un camello, situación que, lejos de solventarse, empeora cuando el matrimonio regresa a París.



Incapaz de percatarse del peligro que corre, el hombre expone ufano su concepción de la vida durante una charla con su hermana (Carole Franck): "Trabajar por las mañanas, pasearme por la tarde y, de noche, drogarme". De modo que los problemas no tardan en llegar, a veces incluso en forma de violencia doméstica, por lo que Annette decide abandonar el domicilio conyugal llevándose con ella a la niña.

Una década más tarde, cuando la madre ha rehecho su vida junto a otra persona y Pamela (Constance Rousseau) es ya una adolescente a punto de entrar a la universidad, la tía aprovechará que Victor ha vuelto de Caracas para interceder y así propiciar que su sobrina tenga ocasión de reencontrarse con un padre que jamás quiso separarse de ella. Aunque el final no será exactamente "feliz", sino más bien agridulce, ya que el destino da segundas oportunidades, cierto, pero siempre se reserva la última palabra...



4 comentarios:

  1. Asuntos complejos y cotidianos tantas veces tratados en el cine, la diferencia está, como siempre, en cómo lo hacen.

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    1. Como es habitual en ella, Mia Hansen-Løve aborda esos temas con delicadeza, sin recrearse en detalles escabrosos.

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  2. Hola Juan!
    Es interesante lo que plantea. Si te digo la verdad en esto de las drogas tengo dificultad a la hora de posicionarme, por un lado entiendo lo que significa ese infierno, los de mi generación casi todos caímos en mayor o menor medida, ahora bien, a día de hoy abomino por completo.
    Saludos!

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    1. Yo también las aborrezco, Fran (aunque si el cine se puede considerar una de ellas, entonces soy adicto).

      Saludos.

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