Título original: At Eternity's Gate
Director: Julian Schnabel
Suiza/Irlanda/Reino Unido/Francia/EE.UU., 2018, 111 minutos
Van Gogh, a las puertas de la eternidad (2018) de Julian Schnabel |
Ten el ojo del pintor. El pintor crea mirando...
Robert Bresson
Notas sobre el cinematógrafo
Traducción de Daniel Aragó Strasser
Algo debe de tener Van Gogh cuando tantísimos directores se han interesado por llevar su vida a la pantalla. Así, a bote pronto, nos vienen a la memoria las recreaciones de Minnelli, Robert Altman, Maurice Pialat o el reciente filme de animación Loving Vincent (2017). Scorsese lo interpretó en un segmento de Los sueños de Akira Kurosawa (1990). Hasta Benedict Cumberbatch se metió en la piel del pintor en la producción televisiva Van Gogh: Painted with Words (2010).
Lista inagotable de títulos a la que ahora vienen a sumarse Willem Dafoe y el cineasta norteamericano Julian Schnabel con la singular At Eternity's Gate, que le ha valido al primero la copa Volpi del Festival de Venecia, así como una nominación al Óscar. A diferencia de anteriores aproximaciones a la vida del artista, Schnabel (que también es pintor) ha escrito junto a Jean-Claude Carrière y Louise Kugelberg un guion en el que se esbozan los últimos días de la vida del holandés en el sur de Francia.
Fogonazos de color y de pasión mediante los que se perfila el alma atormentada de un incomprendido, consciente de que habrá de ser la posteridad quien valore el alcance revolucionario de su obra. Ni siquiera Gauguin (Oscar Isaac), alma gemela, en muchos aspectos, del "loco del pelo rojo", permanecerá mucho tiempo a su lado, circunstancia que motiva el que Van Gogh se acabe cortando la oreja en señal de protesta.
Como ya sucediera en La escafandra y la mariposa (Le scaphandre et le papillon, 2007), Schnabel se decanta por adoptar el punto de vista del personaje principal, haciéndonos ver la realidad a través de sus propios ojos. De ahí que, en determinados momentos, el encuadre recree en pantalla, aderezadas con las notas al piano de Tatiana Lisovskaya, las imperfecciones de la mirada delirante de un genio que moriría, en la más absoluta miseria, a consecuencia de un balazo, el 29 de julio de 1890. Tenía 37 años.
Que tal Juan!
ResponderEliminarEsa primera imagen es bellisima, me he quedado un buen rato viendo ese fotograma, es para enmarcar. Diria que hay un parecido fisico de Dafoe con el pintor.
No nos dan las horas del dia para ver tanto cine, ya me diras la formula...jeje
saludos!
Sí que hay un cierto parecido físico, aunque Willem Dafoe vaya ya por los 64 y Van Gogh muriese con menos de 40...
Eliminar¿Fórmula? No sé: supongo que mucho entusiasmo y un poco de constancia. A mí no se me ocurre otra.
Saludos,
Juan