domingo, 14 de octubre de 2018

The Rider (2017)
















Directora: Chloé Zhao
EE.UU., 2017, 104 minutos

The Rider (2017) de Chloé Zhao

Probablemente, el que una cineasta de origen chino dirija un wéstern puede resultar tan chocante para algunos como el hecho de que, a tal efecto, se haya servido de actores no profesionales que se interpretan a sí mismos. Sin embargo, a quienes así piensen habría que recordarles que el taiwanés Ang Lee ya hizo algo parecido años ha en títulos como Cabalga con el diablo (1999) o la controvertida Brokeback Mountain (2005).

En cualquier caso, The Rider está llamada a ser una de las películas de la temporada y no sólo por ir precedida del adjetivo independiente, sino porque en ella se dan cita elementos tan dispares como una precisa radiografía de la América profunda o la lucha del hombre por hacer realidad sus sueños cuando las circunstancias parecen haberse aliado en su contra.



Pero, aunque sea de un modo mucho más subrepticio, todavía hay otros temas presentes en la cinta: llámense Blackburn o Jandreau, los miembros de la familia protagonista pertenecen a la nación lakota, pueblo que vive en los márgenes del río Misuri y que es parte de la tribu siux. Nadie lo diría a juzgar por el modus vivendi de Brady y los suyos, pero lo cierto es que la presencia del elemento nativo confiere al filme un cierto toque reivindicativo que entronca de pleno con Songs My Brothers Taught Me (2015), el anterior trabajo de la realizadora.

Docudrama o wéstern crepuscular —llámesele como se quiera, que las etiquetas, a fin de cuentas, son sólo eso: sambenitos un tanto absurdos— The Rider plantea el siempre difícil dilema entre mantenerse fiel a unos principios, pese a que nos vaya la integridad física en ello, o dejarse engullir por la monotonía de una existencia segura, pero también convencional y anodina. En dicho aspecto, tanto Brady como su amigo del alma Lane Scott consideran que la vida carece de sentido si se desarrolla lejos de la pista de rodeo. A fin de cuentas, cuando un caballo o una res se lesionan de gravedad no queda más remedio que sacrificar al animal, mientras que a ellos les ha tocado la ingrata situación de quedar incapacitados, tras sendos accidentes, para la práctica de lo único que sabían hacer.


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