lunes, 13 de abril de 2015

La historia de Marie Heurtin (2014)




Título original: Marie Heurtin
Director: Jean-Pierre Améris
Francia, 2014, 95 minutos

La historia de Marie Heurtin (2014)


Que se estrene a estas alturas una película como La historia de Marie Heurtin puede parecer insólito, habida cuenta de los ilustres modelos que la preceden. Son básicamente dos: por una parte El milagro de Anna Sullivan (1962) de Arthur Penn y, en menor grado, El pequeño salvaje (1970) de François Truffaut. Aunque, quizá por ello mismo, tenga un mérito enorme que Jean-Pierre Améris se haya atrevido a dirigir esta historia a sabiendas de que inmediatamente sería comparada con las dos obras maestras anteriormente mencionadas.

Con ambas comparte el estar inspiradas en hechos reales. La diferencia tal vez resida en que la cinta francesa rehúye caer en la tentación de explotar el posible efectismo de los aspectos a priori más sórdidos o tremendistas de la trama, para acabar centrándose en la complicidad que se establece entre ambas mujeres. A tal efecto, el conato de diálogo de ultratumba al final de la película contribuye a remarcar las connotaciones espirituales o incluso místicas del argumento.

¿Y por qué suelen gustar tanto este tipo de historias, a menudo recurrentes en el cine como acabamos de ver? Pues probablemente porque pocas cosas hay más gratificantes en una pantalla que ver algo progresar o ser construido ante nuestros propios ojos: el espectador se identifica, por tanto, con los avances que hace Marie en su evolución desde el salvajismo hasta adquirir la capacidad de comunicarse con los demás.

Las actrices Isabelle Carré y Ariana Rivoire dando vida a la pareja protagonista

Para el papel principal (el de la perseverante hermana Marguerite) se ha contado con Isabelle Carré, la misma actriz a la que ya requirió Améris en 2010 para que protagonizara ese entrañable homenaje a la timidez (y al chocolate) que es Tímidos anónimos (2010).

En cuanto a la ardua tarea de encarnar a la muchacha ciega y sorda de nacimiento que da título a la película, tal responsabilidad ha recaído en la debutante Ariana Rivoire. Nacida realmente sorda (pero no invidente) en marzo de 1995, aún era interna del Instituto Nacional para Jóvenes Sordos de Chambery cuando el director Jean-Pierre Améris reparó en ella. A pesar de que en un principio no se había presentado al casting, fue finalmente la elegida para el papel y, a mediados de noviembre de 2014, la Academia francesa de las Artes Cinematográficas revelaba su nombre entre las dieciséis intérpretes seleccionadas en la categoría de Mejor Actriz para la cuadragésima edición de los premios César que tuvo lugar el pasado mes de febrero, en lo que supone el espaldarazo definitivo para su incipiente carrera.

Las auténticas Marguerite y Marie junto a otras internas en 1909

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