sábado, 25 de abril de 2015

Regreso a Ítaca (2014)




Título original: Retour à Ithaque
Director: Laurent Cantet
Francia, 2014, 95 minutos
Regreso a Ítaca (2014) de Laurent Cantet


"¡Eva María se fue, buscando el sol en la playa...!" Un grupo de amigos canta y baila en una azotea de La Habana al compás de las canciones que marcaron su juventud: Fórmula V, Serrat ("Esas pequeñas cosas, "Mediterráneo"), The Mamas and the Papas ("California Dreamin'")… 

Ellos son Tania (Isabel Santos), antaño brillante estudiante de medicina que hoy sobrevive practicando la santería e invocando a los orishas; Rafa (Fernando Hechevarría), el otrora pintor y fan de los Beatles (largamente prohibidos en Cuba por aquello de la "penetración cultural") que atraviesa una crisis creativa desde hace tiempo; Aldo, el propietario de la casa (Pedro Julio Díaz Ferrán), negro, en otro tiempo ingeniero y orgulloso combatiente en Angola, pero que ahora fabrica baterías con desechos; Eddy (Jorge Perugorría), quiso ser escritor (aún es capaz de recitar de memoria el inicio de Conversación en La Catedral de Vargas Llosa), aunque ya hace tiempo que renunció a sus sueños para venderse y dejarse corromper por el capital extranjero y, por último, Amadeo (Néstor Jiménez): él sí que logró publicar una obra de teatro, pero en el 94 se vio obligado a exiliarse en España. Ahora regresa a Cuba (su particular Ítaca) con la descabellada intención de quedarse y sus antiguos camaradas le dan la bienvenida. Pero, como dijo Pablo Neruda: "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos..."



¿Qué pinta un realizador francés de éxito dirigiendo una película en el país caribeño? Quizá tenga que ver un poco la Revolución y mucho la carestía. Aunque, por insólito que pueda parecer, el caso de Laurent Cantet no es el único: muchos han sido los cineastas europeos que, en un momento o en otro, han sentido la necesidad de rodar allí. Tal es el caso de Benito Zambrano (Habana Blues, 2005), Wim Wenders (Buena Vista Social Club, 1999) o Mikhail Kalatozov (Soy Cuba, 1964), por citar sólo algunos ejemplos.

El guion corre a cargo de Cantet y de Leonardo Padura, autor de La novela de mi vida (Tusquets Editores, 2002) en la que se inspira Regreso a Ítaca. El planteamiento (un grupo de personas que hablan, discuten, se recriminan mil rencillas y cuentas pendientes en un espacio cerrado) recuerda vagamente por lo que tiene de teatral al utilizado por Roman Polanski en Un dios salvaje (2011), si bien la película que nos ocupa se diferencia por su contenido marcadamente político e ideológico: "¿Para esto luchamos? ¿Qué hicieron con nuestra juventud? ¿Qué fue de tantos ideales?" Son algunas de las preguntas que afloran durante la velada para acabar dando paso a un sentimiento de amarga decepción. Imprescindible.



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