Título original: Shout at the Devil
Director: Peter Hunt
Reino Unido, 1976, 115 minutos
El ya desaparecido Peter Roger Hunt (1925-2002) dirigía en 1976 Gritar al diablo, una pretenciosa mezcla de drama histórico, aventuras bélicas y acción. Hunt debutó en la dirección en 1969 con 007 al servicio secreto de su majestad y previamente había sido el encargado del montaje en varias producciones de la saga Bond: Agente 007 contra el Doctor No (1962), Desde Rusia con amor (1963) y James Bond contra Goldfinger (1964). Curiosamente, nunca dirigió a Roger Moore encarnando al agente británico. Sí que lo haría en 1974 en Oro, otra cinta de ambientación africana que comparte con Gritar al diablo no solo actor protagonista y guionista (Wilbur Smith) sino también parte del equipo de rodaje.
En el caso de Shout at the Devil, además del ya citado Roger Moore (quien interpreta a Sebastian Oldsmith), en el resto de papeles principales encontramos a Lee Marvin (dando vida al alcoholizado coronel Flynn O'Flynn), Barbara Parkins (como Rosa, la hija de O`Flynn y mujer de Oldsmith) e Ian Holm (Mohammed, el criado mudo de O'Flynn).
La acción se sitúa en Zanzíbar en 1913, justo antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando el coronel americano Flynn O'Flynn se aprovecha del joven e inexperto aristócrata británico Sebastian Oldsmith para que le ayude a obtener furtivamente el marfil procedente del territorio controlado por los alemanes en el Este de África, hecho que motivará el ser perseguidos encarnizadamente por Herman Fleischer, el comandante local Provincial germano. Cuando más tarde Oldsmith se contagie de malaria recibirá los cuidados atentos de Rosa, la hija de Flynn, de la que se enamorará, y con la cual se casará y tendrá una hija: Maria. Finalmente, al declarar Gran Bretaña la guerra a Alemania y agravarse el conflicto, se planea en última instancia llevar a cabo un audaz ataque (con bomba de relojería incluida, escondida en una caja de habanos) contra el acorazado alemán Blücher (el mismo que arrolla en alta mar a los protagonistas al inicio de la trama), el cual se halla camuflado en un estuario local.
Como película que pretendía entroncar con una tradición cinematográfica muy concreta, Gritar al diablo se hacía eco de los tópicos más habituales del género: los occidentales mezclados con los locales en las calles y cafés de una ciudad colonial al modo de Casablanca (1942); la adicción a la ginebra del personaje de Lee Marvin que recuerda a la de Bogart en La reina de África (1951) así como las diversas escenas fluviales; los momentos de cacería como en Mogambo (1953) o la banda sonora de Maurice Jarre que hace pensar en Lawrence de Arabia (1962). También habría algo de Las minas del rey Salomón o, incluso, de El corazón de las tinieblas, la novela de Conrad que a tantos cineastas ha inspirado.
En fin: el cine y, sobre todo, el mundo iban ya por otros derroteros muy distintos en 1976. Aun así la película contiene un cierto aire crepuscular, si bien muy lejos de los modelos en los que se inspira.
En fin: el cine y, sobre todo, el mundo iban ya por otros derroteros muy distintos en 1976. Aun así la película contiene un cierto aire crepuscular, si bien muy lejos de los modelos en los que se inspira.
El duro Lee Marvin moriría en 1987 de un ataque al corazón |
O'Flynn (Marvin) acabará enredando a Oldsmith (Moore) en repetidas ocasiones |
Rosa (Barbara Parkins) junto a Sebastian (Roger Moore) |
Fleischer (Reinhard Kolldehoff) en pleno festín |
Ian Holm interpretando al mudo Mohammed |
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