Director: Jean Epstein
Francia, 1929, 36 minutos
En uno de los rótulos iniciales que encabezan la película, se hace saber que la historia que se va a relatar en Sa tête se inspira en un fait divers (apenas uno de tantos sucesos sin importancia). Jean Bonnard, el hijo único de una viuda, visita a su madre en la pequeña aldea donde vive. Sin embargo, en las primeras horas de la mañana la policía llega para arrestarlo y conducirlo a los tribunales, acusado del asesinato de un importante banquero para el que trabajaba su prometida.
La madre tratará desesperadamente de ayudar a su hijo y se encuentra con Blanche, la novia de este. Jean mantiene su inocencia y Blanche acude en su ayuda al persuadir a su hermano Paul, que es el verdadero autor del crimen, para absolver a Jean y salvarlo de la ejecución. Finalmente será puesto en libertad, marchándose con Blanche. Su anciana madre vuelve entonces a casa e, ignorante de la liberación de Jean, los aldeanos la tratarán con frialdad como si fuera realmente la madre de un criminal.
Entre los elementos visualmente destacables de este cortometraje se encuentra el hecho de que buena parte de la trama se sigue a través de la prensa escrita: la madre de Jean atiende pacientemente en la sala de espera del juzgado y allí tiene ocasión de leer los pormenores en el diario que alguien hojea. Curiosamente, mientras la buena mujer no se ponga sus gafas el texto aparecerá ante nosotros en un primer plano borroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario