sábado, 4 de enero de 2020

Próxima (2019)




Título original: Proxima
Directora: Alice Winocour
Francia/Alemania, 2019, 107 minutos

Próxima (2019) de Alice Winocour


El hecho de ir adentrándonos en el siglo XXI no sólo entraña que la temática espacial se haya vuelto paulatinamente más familiar en numerosas producciones cinematográficas, sino que, además, pierda parte del halo de misterio que siempre la ha envuelto. Eso es al menos lo que se intuye en una película como Próxima, interesante reflexión en torno a cómo las astronautas pueden conciliar una carrera profesional en extremo absorbente con la faceta no menos trascendental de ser madres.

Quizá porque ambas han sido dirigidas y protagonizadas por mujeres, ésta es una cinta que en determinados momentos puede recordar remotamente a High Life (2018) de Claire Denis. Con la diferencia, claro está, de que Próxima toca temas menos alegóricos. A este respecto, la relación entre la cosmonauta Sarah Loreau (interpretada por Eva Green) y su hija Stella (que por algo significa 'estrella' en latín) es el único rasgo mínimamente simbólico del filme. Eso y la paradoja de que, llamándose Próxima, la expedición consista en separarlas enviando a Sarah a bordo del que podría ser el primer viaje tripulado a Marte.



Una distancia enorme en kilómetros que, por si no fuera poco, viene a sumarse a la circunstancia de que los padres de Stella están separados. De ahí que, a sus siete u ocho años de edad, la niña, que también flaquea en su rendimiento académico, deba habituarse a pasar, alternativamente, temporadas en Francia o en Alemania, de donde es su padre (Lars Eidinger).

Rodada en varios idiomas y bajo el asesoramiento de la Agencia Espacial Europea, la puesta en escena de Alice Winocour, adornada con una banda sonora compuesta por el japonés Ryuichi Sakamoto, oscila continuamente entre la dureza del entrenamiento al que son sometidos los aeronautas y el pánico que asalta a madre e hija como consecuencia de no poder pasar juntas todo el tiempo que ellas quisieran. Un sentimiento de culpa que, en el caso de Sarah, se atenúa hasta cierto punto cuando su compañero Mike (Matt Dillon) intenta consolarla diciéndole que, de igual modo que no existe el astronauta perfecto, tampoco hay que obsesionarse con alcanzar la perfección en la todavía más compleja tarea de educar a los hijos.


2 comentarios:

  1. Que tal Juan!
    Es un planteamiento interesante para desarrollar, supongo que no debe de ser sencillo lo de la conciliación de la vida familiar con un trabajo como ese.
    Ya que lo mencionas, me gusta eso de que aparezcan varios idiomas en una pelicula, luego con el doblaje hacen eso tan absurdo de meter castellano con acento de otros idiomas...
    Por cierto, el otro dia estaba viendo la programación para este 2020 de la Filmoteca de Catalunya y he de decir que senti mucha envidia...jeje
    Venga, saludos!

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  2. Es original sí, con fotos de astronautas reales, acompañadas de sus respectivos hijos e hijas, en los créditos del final.

    Y respecto a la Filmo, pues ya que lo comentas, a partir del martes empieza un ciclo sobre Fellini del que daremos cumplida cuenta por aquí.

    Saludos.

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