sábado, 7 de mayo de 2022

La cosecha estéril (1962)




Título original: La commare secca
Director: Bernardo Bertolucci
Italia, 1962, 94 minutos

La cosecha estéril (1962)


La ópera prima de Bertolucci es, todo hay que decirlo, un filme bastante pasoliniano. De entrada porque el guion de La commare secca (1962) partía de un relato del boloñés que transcurre en los habituales ambientes sórdidos por los que desfila esa heterogénea galería de furcias, inadaptados y maleantes tan característica de su universo. Aunque, por otra parte, conviene tener en cuenta que el bautismo profesional de BB había tenido lugar un año antes, a las órdenes de PPP, como ayudante de dirección en Accattone (1961).

Sin embargo, resulta obvio que los referentes cinematográficos del joven Bertolucci (quien, a la sazón, era apenas un veinteañero) iban más allá de los míseros arrabales romanos, toda vez que la estructura de este su primer filme se asemeja enormemente a la multiplicidad de puntos de vista que hiciera célebre el japonés Akira Kurosawa en Rashômon (1950). Así pues, el hallazgo del cadáver de una prostituta dará pie al consiguiente interrogatorio, por parte de la policía, de los sospechosos y, con ellos, a muy distintas versiones según cada testimonio.



Una reconstrucción de los hechos que permite, al mismo tiempo, radiografiar lo que se cuece en el submundo marginal por el que se mueven los personajes, paisaje urbano en el que conviven los turistas del Coliseo con la juventud ociosa de las salas de baile. Como también hay tiempo para mostrar la fauna nocturna que se da cita en torno a los parques públicos de la capital y que constituye el núcleo de esa "cosecha estéril" a la que alude el título castellano.

En definitiva, y a modo de resumen, pudiera concluirse que estamos ante una estructura y un asunto propios del cine negro, si bien puestos al servicio de un análisis eminentemente social que tiene mucho, al mismo tiempo, de visión poética de la realidad.



9 comentarios:

  1. Película nada fácil para un debutante, es admirable la valentía y las ganas de hacer cine de este hombre cuando se puso al frente del proyecto que se le ofrecía. Cuenta el propio Bertolucci que era el miembro más joven del equipo y que no podía pensar en el primer día de filmación sin sentir escalofríos; cuando un camarógrafo me preguntó -dice- ceremoniosamente donde debía posicionar la cámara, experimenté uno de los momentos más tensos de mi vida.
    Una de las cosas que me llamó la atención del film, es lo bien utilizada que está la banda sonora, de Piero Piccioni y Carlo Rustichelli.

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    1. Supongo que la intuición de alguien tan sumamente talentoso como Bertolucci pudo suplir con creces su falta de experiencia tras las cámaras.

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  2. Muy influido por Pasolini, el film deja intuir sin embargo la fuerte personalidad de su director. Además, está muy bien construido.

    Un abrazo.

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    1. Se intuye el gran cineasta que Bertolucci llegaría a ser, es cierto.

      Un abrazo.

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  3. Hola Juan!
    La distancia entre aquel cine y el actual es cada vez mayor. Me encanta ese foto del paraguas y los chavales.
    Saludos!

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    1. A mi juicio, el problema no sería tanto el cine, sino la falta de espectadores capaz de valorarlo.

      Saludos.

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  4. Hola Juan, otra de las tantas deudas con el cine italiano.
    Por los años 80 una banda emblemática de Argentina llamada Sumo cuyo cantante italiano (Luca Prodan) había venido desde Londres a "desintoxicarse". Le llamaba la atención el esnobismo porteño y lo dejó en claro en la canción "La rubia Tarada" donde preguntaba "¿te gustó el nuevo Bertolucci?

    Abrazos

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    1. ¡Muy buena la canción, Frodo! Desconocía la existencia de esta banda argentina de los ochenta. Gracias por descubrirme a los Sumo.

      Abrazos.

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    2. De nada, un gusto Juan.
      Suenan a lo "Joy Division" pero con algunos aires de acá. Para esa época la llegada del "tano" fue como ver descender un OVNI.

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