Mostrando entradas con la etiqueta Juan Manuel García Ferrer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Manuel García Ferrer. Mostrar todas las entradas

viernes, 5 de octubre de 2018

Taste of Cement (2017)




Título en español: Sabor a cemento
Director: Ziad Kalthoum
Líbano/Alemania/Siria/Catar/Emiratos Árabes Unidos, 2017, 85 minutos

Taste of Cement (2017) de Ziad Kalthoum


Con motivo de la Semana del cineclubismo, la Filmoteca de Catalunya proyectaba esta tarde el documental Taste of Cement, dirigido en 2017 por el sirio Ziad Kalthoum (Homs, 1981) y que toma como punto de partida la construcción de un rascacielos de veintidós plantas en Beirut.

Juan Manuel García Ferrer —miembro del Cineclub de la Asociación de Ingenieros de Barcelona— ha hecho hincapié durante su presentación en cómo la película se articula a base de dualidades, de entre las que la más destacable sería construir frente a destruir. Oposición que muy bien podría hacerse extensible al contraste entre el preciosismo de las imágenes filmadas con dron y los escombros resultantes de los cruentos bombardeos sobre la población civil.



No en vano, el recuerdo del conflicto sirio está muy presente a lo largo del filme pese a que la acción transcurra en el Líbano, país cuyo gobierno, por cierto, condena a los refugiados a un estricto toque de queda, de modo que la realidad de los operarios que trabajan en la reconstrucción de sus casas queda relegada, como la de las víctimas inocentes al otro lado de la frontera, al amargo sabor del cemento.

En cualquier caso, la supuesta voz en off de uno de los obreros sirios que están levantando el edificio no sólo actuará como hilo conductor, rememorando la figura de su padre (también trabajador de la construcción), sino que nos aportará la clave al decir aquello de: "Cuando empieza una guerra, los albañiles emigran a algún país en ruinas donde acaba de terminar otra..."


domingo, 1 de noviembre de 2015

Pasolini a Barcelona (2015)




Director: Hilari M. Pellicé
España, 2015, 93 minutos

Pasolini a Barcelona (2015) de Hilari M. Pellicé


Lleno absoluto en la Filmoteca de Catalunya para asistir al estreno del documental Pasolini a Barcelona, del director Hilari M. Pellicé (miembro del Proyecto Pasolini Barcelona). Se trata de un filme rodado por el PPB con escasos medios, al margen de cualquier tipo de subvención oficial, y que pretende ahondar en los vínculos existentes entre Pier Paolo Pasolini y la ciudad condal.

Se tiene constancia de que el poeta y cineasta visitó Barcelona en, al menos, tres ocasiones, siendo la primera en 1965 y la última el mismo año de su muerte, de la que, por cierto, se cumplen hoy cuarenta años. Algunas de las personas que lo trataron, como Arnau Olivar, Enrique Irazoqui (protagonista de El evangelio según Mateo) o Ton Carandell (la viuda del también poeta José Agustín Goytisolo), aportan su testimonio en este intento de reconstruir cómo fue su relación con la ciudad que ahora le rinde homenaje.

De izquierda a derecha: Salvador Clotas, Pasolini y J. A. Goytisolo


Otros, como Romà Gubern, hacen hincapié en lo poco simpático que en ocasiones podía resultar el carácter de Pasolini, quien, a raíz de las protestas universitarias de mayo del 68, apoyó a los policías antidisturbios (en realidad, proletarios alienados) frente a los estudiantes aburguesados.


Asunción (Ton) Carandell: viuda de José Agustín Goytisolo
y cuya casa (en la fotografía) visitó Pasolini


Entre las muchas anécdotas contenidas en el documental, destaca por ejemplo el "marco incomparable" (nunca mejor dicho) en el que tuvo lugar el primer acto público que contó con la presencia del italiano en nuestra ciudad: nada menos que la sala de disecciones del Hospital Clínico de Barcelona, en un ambiente que, según algunos de los asistentes (entre ellos el propio Romà Gubern), apestaba a formol.


Tertulia en casa de los Goytisolo. De izquierda a derecha:
Pasolini, J. A. Goytisolo, Josep M. Llaví y su entonces esposa,
 Enrique Irazoqui y Miquel Porter i Moix


O, también, la singular entrevista que diez años más tarde mantendría con Salvador Dalí y Alejandro Jodorowsky en el restaurante Atalaya de la Diagonal. Se trataba de convencer al pintor de que realizara el cartel para Saló o los 120 días de Sodoma, a lo que el ampurdanés, en su línea habitual de histrionismo, respondió con unas desorbitadas pretensiones económicas del todo inabordables para el director.

Menos conocidos, en cambio, son algunos textos de Pasolini que quedaron inéditos y que tenían a Barcelona como escenario. Tal es el caso de la obra de teatro Calderón, recreación de La vida es sueño en la que el protagonismo pasa de Segismundo a una Rosaura que ejerce la prostitución en Can Tunis, y el guion cinematográfico San Pablo, que nunca llegaría a filmarse.


J. A. Goytisolo y Pasolini


Pasolini a Barcelona demuestra, por tanto, el interés que el friulano experimentó no sólo por la capital, sino especialmente por la lengua catalana y su literatura, así como por los barrios más proletarios de una ciudad que sintió como suya desde el primer momento.