domingo, 19 de enero de 2020

Nine (2009)




Título en español: Nueve
Director: Rob Marshall
Reino Unido/EE.UU., 2009, 118 minutos

Nine (2009) de Rob Marshall


Atreverse a convertir un filme de autor en musical de Broadway es ya, en sí mismo, una osadía de tres pares de narices. Un punto de partida que, de entrada, corre el riesgo de topar de frente con el rechazo de los puristas a ambos extremos del espectro cinéfilo: desde los que se lleven las manos a la cabeza por haber profanado un clásico hasta los que pongan cara de extrañeza por considerar que su argumento se aleja en exceso del puro entretenimiento. Pero si esa película es, además, una obra maestra de la categoría de Otto e mezzo, entonces poco hay que rascar. Sobre todo porque lo que Fellini tenía que decir a propósito de esto, de aquello y de lo de más allá estaba ya en ella. Así que, ¿de verdad era necesario?

El éxito rotundo de Nine, el musical, dice muy poco de quienes, por puro oportunismo, lo idearon y mucho, en cambio, de cómo carbura el público de masas norteamericano, ávido de nuevas emociones, siempre y cuando éstas hayan sido debidamente simplificadas y vulgarizadas para poder ser digeridas. ¿Dónde queda, entonces, toda la carga metafísica que el director italiano puso en su obra más personal? ¿Adónde fue a parar el misterio que envuelve todo acto creativo y en torno al cual giraba buena parte de la cinta de Fellini? Y, sin embargo, tampoco puede negarse que, en su género, Nine fue una producción como mínimo pasable.



Lo de su versión fílmica ya es otro cantar (y bailar): la demostración palpable de que el casting no lo es todo. Impresiona, sin duda, ese plano inicial en el que, tras la rueda de prensa de Guido, comparten escenario Nicole Kidman, Marion Cotillard, Penélope Cruz y hasta Sophia Loren. Por no mencionar a Daniel Day-Lewis o Judi Dench. Pero reunir a los mejores actores del mundo (o, al menos, a algunos de los más célebres) no garantiza ni el éxito ni la calidad del proyecto. Especialmente cuando ni siquiera los propios intérpretes son capaces de transmitir demasiado entusiasmo en lo que están haciendo.

Porque llevar a cabo una exaltación de italianidad como la que pretende ser Nine, pero sin que, paradójicamente, ninguno de los protagonistas sea italiano es como aquella tortilla sin huevos que jamás llegará a cuajar. Quizá con Antonio Banderas en el papel principal, tal y como ya sucediera en los escenarios de Broadway, lo cual le valió una nominación a los premios Tony, la cosa hubiera cambiado un poco. Aunque, si bien se mira, el pecado original de reducir la obra de un genio a un espectáculo cabaretero de chicas en lencería no hay galán que lo arregle...


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