martes, 28 de febrero de 2023

Irati (2022)




Director: Paul Urkijo Alijo
España/Francia, 2022, 114 minutos

Irati (2022) de Paul Urkijo Alijo


La acción de Irati (2022) transcurre en un mundo arcaico de lamias (genios femeninos de extraordinaria belleza, pese a sus pies de pato, que habitan en los ríos) y gigantes de fuerza descomunal surgidos del interior de la tierra. Poco importa, pues, que tanto el espacio (Pirineos Occidentales) como la época (siglo VIII de nuestra era) aparezcan debidamente indicados al inicio del relato, ya que, en realidad, la puesta en escena de Paul Urkijo (Vitoria, 1984) opta deliberadamente por mezclar lo histórico con lo legendario. Con todo lo que ello implica: un despliegue descomunal de efectos especiales que le valieron a la película el ser aclamada en el Festival de Sitges, donde obtuvo un par de galardones, así como cinco candidaturas en la última edición de los Premios Goya.

Pero la espectacularidad de las secuencias de acción, en pleno fragor de la batalla, no impide, sin embargo, ahondar en los entresijos de una mitología autóctona cuyo origen se remonta a estadios muy primitivos de la historia del País Vasco. En ese sentido, el guion del propio director, a partir de la novela gráfica El ciclo de Irati, de Jon Muñoz Otaegui y Juan Luis Landa, nos habla de antiguas divinidades (tal vez las mismas, como la diosa Mari, que inspiraron a los hombres de las cavernas) condenadas a desaparecer ante el avance imparable de las grandes religiones monoteístas. De hecho, la trama deja entrever un evidente contraste entre la dialéctica cristiana y el imaginario del pensamiento mítico.



También aparecen tangencialmente algunos elementos sarracenos, aliados con la madre del protagonista, dando a entender que la presencia musulmana en la Península no obedeció tanto a una invasión pura y dura, sino más bien a una compleja estrategia de intereses geopolíticos. Aunque ese no es más que un tema muy secundario en una cinta que pretende explorar la dimensión telúrica de las creencias que un día sostuvieron los primeros pobladores de los valles de Euskadi.

A nivel comercial no deja de ser un reto producir un largometraje de acción y fantasía histórica íntegramente rodado en euskera, pero el entusiasmo de sus promotores (entre ellos el chef Karlos Arguiñano a través de Bainet Zinema) ha hecho posible el milagro de recrear en imágenes cómo Eneko Ximenez, también conocido como Eneko Aritza o, en castellano, Íñigo Arista, considerado el primer rey de Pamplona, intentó evitar por todos los medios que las costumbres paganas de sus ancestros fuesen definitivamente arrinconadas bajo el peso de la cultura imperante.



sábado, 25 de febrero de 2023

Robin Hood: El magnífico (1991)




Título original: Robin Hood
Director: John Irvin
Canadá/Alemania/Reino Unido/EE.UU., 1991, 104 minutos

Robin Hood: El magnífico (1991)


El mismo año en que Warner Bros. arrasaba en las taquillas de medio mundo gracias a Robin Hood: Prince of Thieves (1991), la 20th Century Fox apenas sí logró llamar la atención con una película también basada en el legendario forajido. Es posible que el sex appeal de Kevin Costner eclipsase por completo al más anodino Patrick Bergin o que la meticulosa puesta en escena del británico John Irvin, pese a lo notable de su ambientación medieval, careciese de la vivacidad made in Hollywood que Kevin Reynolds supo aportarle a la historia. En cualquier caso, lo cierto es que la cinta que nos ocupa sólo se estrenó comercialmente en cines de Europa, mientras que su exhibición en Estados Unidos y Sudamérica se llevó a cabo únicamente en formato televisivo.

Otro de los rasgos singulares de la trama, según el guion de Sam Resnick y John McGrath, es que los antagonistas pasaban a llamarse Baron Daguerre y sir Miles Folcanet, respectivamente, en lugar de los habituales Sheriff de Nottingham y Guy de Gisbourne, sin que quede muy claro si esto obedecía a una estrategia comercial para distanciarse de su "rival" hollywoodense o si los productores pensaron que sería históricamente más exacto dar nombres de origen francés a sus villanos normandos. Sea como fuere, el holandés Jeroen Krabbé y el alemán Jürgen Prochnow fueron los encargados de interpretar a uno y otro personaje.



En cuanto al resto del reparto, aparte del ya mencionado Bergin, destaca la presencia de una jovencísima Uma Thurman de apenas veinte años dando vida a Lady Marian, la cual se viste de chico para camuflarse entre los adeptos del arquero de Sherwood. Manida estratagema que, sin embargo, acabará dando sus resultados, puesto que ni siquiera el sagaz líder de los proscritos parece darse cuenta del engaño.

Por último, en el apartado técnico merece la pena hacer hincapié a propósito de la cuidada dirección fotográfica, a cargo de Jason Lehel, cuyas tonalidades frías, predominantes durante todo el metraje, sólo dejarán paso al colorido primaveral en la secuencia que cierra el filme, cuando las nupcias de los protagonistas parecen anunciar que han llegado tiempos mejores al reino de Inglaterra.



viernes, 24 de febrero de 2023

Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991)




Título original: Robin Hood: Prince of Thieves
Director: Kevin Reynolds
EE.UU., 1991, 155 minutos

Robin Hood: Príncipe de los ladrones (1991)


Más recordada por la machacona balada de Bryan Adams que encabezaba su banda sonora que no por sus escasos méritos cinematográficos, Robin Hood: Prince of Thieves (1991) adolece de los mismos defectos que la mayoría de blockbusters estrenados en los ochenta y primeros noventa: personajes planos, un guion repleto de tópicos y una historia tan confusa como endeble. Poco importa, puesto que el tipo de espectador al que iba dirigida prefería la acción al conflicto dramático y tanto le daba no ya el rigor histórico de los hechos expuestos, sino la propia verosimilitud de la trama.

En ese mismo orden de cosas, los diálogos contienen no pocas bromas, muchas de ellas improvisadas durante el rodaje, aportando un ligero sesgo humorístico en la línea del modelo que algunos años antes había fijado Rob Reiner con La princesa prometida (The Princess Bride, 1987). Buena parte de esas réplicas jocosas fueron ocurrencia del actor Alan Rickman (1946-2016), encargado de dar vida al malévolo Sheriff de Nottingham, en su afán por darle algo más de sustancia al personaje.



Aunque si algún atractivo tuvo la cinta para el público de aquel entonces fue la presencia estelar de Kevin Costner en el papel de antiguo cruzado que, tras regresar a su Inglaterra natal en compañía del sarraceno Azeem (Morgan Freeman), se verá obligado a vengar la memoria de su difunto padre con la ayuda de un grupo de forajidos que se oculta en las profundidades del bosque de Sherwood.

La espectacularidad de la puesta en escena, con la cámara volando sobre la punta de una flecha, por ejemplo, fue de las que marcan época, hasta el extremo de que cabría preguntarse si los organizadores de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 tuvieron en mente esta película a la hora de decidir que otro arquero tan diestro como Robin de Locksley, en este caso Antonio Rebollo, encendiese el pebetero del estadio de Montjuïc bajo la atenta mirada de los espectadores de medio mundo.



martes, 21 de febrero de 2023

Suro (2022)




Título en español: Corcho
Director: Mikel Gurrea
España, 2022, 116 minutos

Suro (2022) de Mikel Gurrea


Al igual que sucede en las recientes Alcarràs (2022) o As bestas (2022), el medio rural juega un papel de vital importancia en Suro (2022), debut en el largometraje del vasco Mikel Gurrea (San Sebastián, 1985). Son sus protagonistas Elena (Vicky Luengo) e Ivan (Pol López), una joven pareja de urbanitas barceloneses que, en vísperas del nacimiento de su primer hijo, deciden instalarse en una antigua masía ampurdanesa perteneciente a la familia de ella. En principio, todo parece muy bonito y ambos se las prometen muy felices en ese entorno idílico lejos del mundanal ruido. Sin embargo, la dura realidad de lo que conlleva hacerse cargo de la extracción de la corteza de los muchos alcornoques que hay en la finca propiciará las primeras fisuras en una relación hasta entonces aparentemente sólida.

Queda claro, pues, que uno de los objetivos del filme, escrito a medias entre el propio Gurrea y Francisco Kosterlitz, sería desmitificar ese buenismo tan en boga entre los miembros de una generación cuyas firmes convicciones flaquean a las primeras de cambio cuando toca enfrentarse a las contrariedades de la vida. En ese aspecto, Elena demuestra un pragmatismo muy superior al de su compañero, quien aparece retratado como el típico soñador incapaz de hacer frente a unos hechos que le acaban superando. Y no por falta de compromiso, precisamente, sino más bien por un exceso de celo que le llevará a codearse con los jornaleros y defender los derechos laborales de unos magrebíes a los que el capataz tiene en situación irregular.



Fruto de dicha coyuntura se deriva un conflicto racial entre trabajadores locales y extranjeros que hará que el joven Karim (Ilyass El Ouahdani), de apenas dieciocho años, acabe siendo víctima del rechazo de unos y de otros. Triste desenlace que viene a demostrar cómo las buenas intenciones de Ivan, responsable de meter al chaval en su casa, acarrean más inconvenientes que ventajas. Algo que, por otra parte, ya se dejaba intuir en la brutal secuencia del borrico agonizante.

La puesta en escena de Suro ('corcho' en catalán) se construye a base de silencios muy elocuentes, de una tensión gradual, presagio de la discordia que ha venido a instalarse donde teóricamente debía reinar la prosperidad. Un paraíso, convertido en infierno a base de sucesivos desencuentros, que Elena e Ivan se sientan a esperar mientras las llamas de un incendio de proporciones gigantescas amenaza con reducir sus sueños (o lo que queda de ellos) a cenizas.



lunes, 20 de febrero de 2023

Harta (2021)




Directora: Júlia de Paz Solvas
España, 2021, 24 minutos

Harta (2021) de Júlia de Paz Solvas


La noche previa a la cita con su padre, Carmela (Anna Caponnetto) no puede conciliar el sueño. Quizá debido a la sentencia por violencia machista que pesa sobre él. De todos modos, la madre acompaña a la niña al Punto de Encuentro Familiar (PEF) para que ambos puedan verse. Entre otras cosas porque, como es el cumpleaños de Carmela, su padre (Julián Villagrán) tiene previsto hacerle un regalo y pasar el día con ella. Sin embargo, una vez juntos, la tensión se palpa enseguida. Carmela acaba de cumplir doce años y tiene ante sí una disyuntiva mayúscula...

Tras el éxito de su anterior proyecto, recompensado con una candidatura a los Premios Goya, la directora Júlia de Paz (Sant Cugat, 1995) y su guionista Núria Dunjó vuelven a indagar en un tema no exento de controversia. Así pues, si Ama (2021) giraba en torno a las vicisitudes de una madre sin trabajo estable ni domicilio fijo, el cortometraje Harta (2021) plantea un dilema no menos arduo: ¿debe una casi adolescente volver a ver a su progenitor, porque así lo dicta la ley, cuando resulta manifiesto que dicha situación la incomoda?



Con el objetivo de plasmar en imágenes la pesadumbre de la protagonista, la dirección de fotografía de Thais Català se vale de una profusa gama de tonalidades azules que inundan la pantalla en todo momento, de principio a fin del relato, de tal modo que no queda lugar a dudas sobre el desconsuelo que se abate sobre una menor cuya única escapatoria posible es salir huyendo antes de que la agresividad del padre (excelente Julián Villagrán en su papel de maltratador que se esfuerza en disimular su verdadero carácter) se vuelva en su contra.

Llegados al punto culminante de la acción, las notas de "Miris on miris", en la voz de Maria Arnal, acompañada por Marcel Bagés a la guitarra, resumen a la perfección el estado de ánimo de Carmela, corriendo desesperadamente a través de las calles desiertas mientras la cámara se engancha a su espalda para dejar constancia de la valentía de alguien que, como Antoine Doinel en Les quatre cents coups (1959), va en busca de su destino sin saber muy bien lo que éste le deparará.



domingo, 19 de febrero de 2023

Ama (2021)




Directora: Júlia de Paz Solvas
España, 2021, 89 minutos

Ama (2021) de Júlia de Paz Solvas


Pepa (Tamara Casellas) tiene muchos problemas que afrontar y, además, una hija de seis años a su cargo. No parece que la suerte le sonría excesivamente ni en el plano profesional, ya que malvive con lo que saca como promotora de una discoteca, ni muchos menos en el familiar, tratándose de una madre soltera a la que, por su mala cabeza, le acaban dando la espalda hasta sus amigos más cercanos. Comienza entonces para ella y para la pequeña Leila una odisea de tres días, con sus tres noches, durante los cuales tendrán que buscarse la vida como buenamente puedan, llamando a cualquier puerta y siempre ante el panorama, nada halagüeño, de tener que pernoctar en la calle.

Ópera prima de la realizadora Júlia de Paz Solvas, Ama (2021) fue antes un corto igualmente coescrito junto con Núria Dunjó, su guionista habitual. Cine comprometido que aborda cuestiones tan universales como la precariedad laboral o la maternidad, pero desde una óptica combativa que entronca con el feminismo militante. De ahí que la historia de Pepa adquiera una dimensión que va más allá de lo meramente cotidiano para situarse en la estela de grandes cineastas como Ken Loach.



No obstante, la temática social que sirve de telón de fondo no impide que se aborde también la vertiente humana, ahondando en los verdaderos motivos de una mujer que parece condenada a repetir los mismos errores que su madre (a la que vemos fugazmente en condiciones lamentables, al inicio de la película, siendo atendida en el lavabo de casa por la propia Pepa) y quién sabe si a transmitírselos, a su vez, a su hija.

Y es que a medida que avance la acción se irá haciendo cada vez más evidente la fragilidad de un personaje cuya coraza esconde no pocas inseguridades, fruto de un contexto familiar complejo que la empujó a huir de su Sevilla natal para acabar recalando en la vorágine de alguna desangelada ciudad turística, tipo Benidorm, de la costa mediterránea.



sábado, 18 de febrero de 2023

Robin y Marian (1976)




Título original: Robin and Marian
Director: Richard Lester
EE.UU., 1976, 107 minutos

Robin y Marian (1976) de Richard Lester


Hay ocasiones en las que la ficción parece tan hecha a la medida de los protagonistas de una historia que las circunstancias de los personajes encajan perfectamente con las de sus intérpretes. Tal fue el caso de Sean Connery y Audrey Hepburn en Robin and Marian (1976), recreación de lo que pudiera haber sido la madurez del mítico arquero cuando, al cabo de los años, se reencuentra con su antiguo amor de juventud. 

Lo cierto es que tanto él, ahora convertido en un tipo medio calvo de poblada barba gris, como ella, metida a monja de clausura, son encarnados a la perfección por dos actores que para entonces ya habían dejado atrás el máximo esplendor de sus respectivas carreras (la Hepburn, de hecho, llevaba una década retirada de la interpretación, mientras que la imagen de Connery se hallaba lejos de la del apuesto Agente 007 que en su día le diera la fama).



Con un breve pero intenso papel, metiéndose en la piel del decrépito rey Ricardo Corazón de León, Richard Harris eleva el nivel interpretativo de la cinta hasta darle un cierto toque shakespeariano que le venía muy bien al enfoque riguroso, nada idealizado, con el que el director Richard Lester imagina una Edad Media de villorrios malolientes y llanuras polvorientas cuyos exteriores se rodaron íntegramente en España. Lo cual propició, dato curioso, que una jovencísima Victoria Abril (cuando aún firmaba con su verdadero nombre, Victoria Mérida Rojas) debutase con una fugaz aparición de inocente esposa del rey Juan (Ian Holm).

Tal y como plantea la trama, el guion de James Goldman aúna dos modelos en apariencia muy distintos. Uno sería el de la recreación histórica a lo Espartaco (Spartacus, 1960), con el grupo de forajidos entrenándose en las profundidades del bosque a las órdenes de Robin y Little John (Nicol Williamson) y a la espera de dar el gran golpe contra el poder del sheriff de Nottingham (Robert Shaw). El otro, más reflexivo, en torno a los vaivenes de una relación de pareja, remite a otro título también protagonizado por Audrey Hepburn: Dos en la carretera (Two for the Road, 1967). Sea como fuere, el caso es que el final, uno de los más emotivos que jamás se hayan filmado, aúna definitivamente los destinos de estos dos compañeros de viaje con una flecha que apunta hacia el infinito y un primer plano de unas manzanas maduras, casi podridas, que ya habían aparecido al principio del filme y que representan una metáfora explícita del final de la vida.



viernes, 17 de febrero de 2023

Las flechas de Robin Hood (1975)




Título original: Стрелы Робин Гуда
Director: Sergey Tarasov
Unión Soviética, 1975, 92 minutos

Las flechas de Robin Hood (1975)


Visto desde la óptica soviética, Robin Hood (Boris Khmelnitskiy) se nos aparece como un tipo circunspecto de negra barba cerrada y ademanes un tanto solemnes. Una formalidad que contrasta enormemente con las seis baladas pop de Vladimir Vysotsky que originariamente constituían la banda sonora de Стрелы Робин Гуда (1975). Sin embargo, la ortodoxia de las autoridades comunistas no vio con buenos ojos semejante audacia en una cinta de aventuras románticas, de modo que "se sugirió" que dichas canciones fuesen sustituidas por otras mucho más convencionales de Raymond Pauls cuya letra, por cierto, no resultaba tan incendiaria.

En ese mismo orden de cosas, también cabría achacar al sesgo ideológico de la producción, dirigida por el ruso Sergey Tarasov en los Estudios Riga de Letonia, el hecho de que el arquero de Sherwood sea presentado como un adalid de las clases oprimidas en su lucha constante contra la aristocracia parasitaria del sheriff (Ints Burans) y la élite eclesial encabezada por el insidioso obispo Gerford (Juris Strenga). Al mismo tiempo, aunque en clave ligeramente cómica, fray Tuck (Eduards Pavuls) da pruebas de un carácter libidinoso que le lleva a besarse con su amante tras el tronco de cualquier árbol.



Los exteriores de la película se rodaron en Polonia, concretamente en el Castillo de Malbork, una imponente fortaleza militar del siglo XIII, mandada construir por la Orden Teutónica, y que pasa por ser uno de los complejos medievales de ladrillo más grandes del mundo. En ese escenario tendrá lugar la tortura y posterior rescate in extremis, a punto de ser quemada en la hoguera, de Marian (Regina Razuma).

De la puesta en escena, sobria y típicamente convencional según los parámetros de las filmografías del Este, destaca, no obstante, el hecho de que las dianas utilizadas por los arqueros para medir su puntería sean simples troncos cortados por la mitad, lo cual transmite una sencillez muy alejada de la parafernalia de otras producciones artísticas en torno a la figura de Robin Hood, más vistosas, sí, pero quizá concebidas con menor rigor histórico.



martes, 14 de febrero de 2023

Las paredes hablan (2022)




Director: Carlos Saura
España, 2022, 75 minutos

Las paredes hablan (2022) de Carlos Saura


Una primera sorpresa nada más acceder a la sala 4 de los cines Boliche: quince espectadores en total, cuando el promedio a esas horas tan intempestivas de la sobremesa (hoy martes ni siquiera es el día del espectador) suele estar muy por debajo de dicha cifra. No nos engañemos: el reciente fallecimiento de Carlos Saura, a los 91 años y en vísperas de recibir el Goya de Honor, está suscitando un insólito interés por Las paredes hablan (2022), la que de momento es (mientras no salga a la luz su proyecto inconcluso sobre Bach) la última película estrenada en vida por el director aragonés. Ya lo dijo Jardiel Poncela: "Si queréis los máximos elogios, moríos".

En todo caso, la reflexión que aquí se lleva a cabo en torno al arte rupestre y sus vinculaciones con el arte urbano de hoy en día merecen sobradamente la pena por sí mismas. En especial porque se ha contado con el testimonio directo de auténticas autoridades en la materia, desde Miquel Barceló hasta el paleontólogo Juan Luis Arsuaga. A juicio de este último, por ejemplo, nuestra verdadera revolución como especie residió en haber cobrado consciencia de que somos seres mortales. Lo cual supuso un despertar que marca, entre otras cosas, el inicio del pensamiento abstracto y, por ende, de la creación artística.



Es esa capacidad fabuladora del ser humano, precisamente, la que hace del creador un ser único, ya se trate de los cavernícolas que pintaron primitivas escenas de caza en las cuevas de Altamira o Chauvet o, por contra, de los grafiteros que en la actualidad dejan su impronta en los callejones de cualquier gran ciudad. La pulsión, en ambos casos, parte siempre de una misma necesidad.

Resulta curioso, ya por último, constatar ciertos paralelismos entre este documental y los últimos trabajos de otra insigne cineasta, la francesa Agnès Varda, quien en Caras y lugares (Visages villages, 2017) llevaba a cabo una aproximación a la obra del fotógrafo y artista callejero JR muy similar a lo que Saura ha hecho al filmar en acción al no menos excepcional Suso 33.



domingo, 12 de febrero de 2023

El pequeño Robin Hood (1975)




Director: René Cardona
Méjico, 1975, 84 minutos

El pequeño Robin Hood (1975) de René Cardona


Tres generaciones de la familia Cardona se daban cita en este filme de aventuras a medio camino entre el wéstern cómico y el puro entretenimiento familiar. Fue su director el mítico René Cardona (1906-1988), el mismo cubano, afincado en Méjico, que dirigiera a Lola Flores en La faraona (1956) y que aquí se reserva uno de los papeles principales: el del artista ambulante Aramis. El guion corrió a cargo de su hijo, René Cardona Jr. (1939-2003), mientras que el protagonismo absoluto fue a parar al nieto, la estrella infantil René Cardona III (1962-2021), quien aparece acreditado bajo el nombre artístico de Al Coster.

A pesar de que su título remita a la Edad Media, lo cierto es que la acción de El pequeño Robin Hood (1975) transcurre en las áridas llanuras del far west. Un viejo charlatán de feria, gitano por más señas, recorre los caminos a bordo de su carromato. Le acompañan una chimpancé, llamada Lucifer, y un niño arquero que hace las delicias del público gracias a la habilidad que demuestra en el manejo de las flechas. De hecho, el plato fuerte del espectáculo consiste en hacer gala de su puntería mediante un blanco que colocan sobre el pecho del anciano.



Pero una mujer a punto de dar a luz y su hija se van a cruzar en el destino de ambos, aparte de que el comisario de la región, sabedor de que el viejo y el niño suelen aprovecharse de la concurrencia para, con ayuda de la mona, sustraer alguna que otra cartera, los acusa de robo. Y por si todo esto no fuera poco, un grupo de peligrosos forajidos planea asaltar la diligencia del ferrocarril, así como el atraco de una sucursal bancaria.

Han pasado muchos años desde que los Cardona concibieron este proyecto y, a día de hoy, tal vez pudiera cuestionarse la vigencia de una historia que ha quedado en muchos aspectos obsoleta. Sin embargo, es esa misma ingenuidad que transmiten el argumento y los personajes la que constituye, al mismo tiempo, el principal atractivo de una película tan entrañable como hermosa.



sábado, 11 de febrero de 2023

Robin Hood (1973)




Directores: Wolfgang Reitherman y David Hand
EE.UU., 1973, 83 minutos

Robin Hood (1973)


También la factoría Disney quiso sumarse a la larga nómina de versiones que han dado de sí las aventuras del mítico arquero de Sherwood y sus Merry Men. Que aquí, reutilizando por enésima vez una fórmula de éxito marca de la casa, adquirían la misma apariencia medio animal medio antropomorfa que ya habían ensayado con notable acierto en otras cintas de animación como El libro de la selva (1967) o Los aristogatos (1970).

No obstante, uno de los elementos más llamativos en este Robin Hood (1973) es el innegable aire de wéstern que se aprecia, por ejemplo, en la sonoridad country de las melodías entonadas por el gallo Allan-a-Dale (a quien prestó su voz Roger Miller). Circunstancia, ésta, subrayada por la presencia en el reparto de otros muchos intérpretes especializados en dicho subgénero cinematográfico. Así pues, Pat Buttram dobla al Sheriff de Nottingham, Andy Devine al orondo Fraile Tuck, Ken Curtis hace de Nutsy y George Lindsey de Trigger. Lo cual se debería al hecho de que, en un primer momento de la producción, se llegó a barajar la posibilidad de que la trama se situase en el lejano Oeste.



Por otra parte, el equipo de guionistas se inspiró en el célebre Roman de Renart (conjunto de poemas en francés datados entre los siglos XII y XIII) a la hora de atribuirle a Robin (Brian Bedford) una apariencia de zorro que encajaba a la perfección con la astucia propia del personaje. En esa misma línea, el hercúleo Little John (Phil Harris) es un oso que recuerda al Baloo al que el mismo actor ya había puesto voz en la susodicha The Jungle Book. Aunque, si hay una figura que destaca por encima del resto, ése es Peter Ustinov (1921-2004), cuya interpretación del Príncipe Juan (un leoncillo ridículo) contribuye a reforzar el carácter avaro y pueril del regente, siempre acompañado del sibilino sir Hiss (Terry-Thomas).

Animalización que, al mismo tiempo y en consonancia con el espíritu Disney (por aquel entonces en horas bajas, todo hay que decirlo), fue a su vez un musical en el que, aparte de contribuir el ya mencionado Roger Miller, se incluía también un animado tema de Johnny Mercer ("The Phony King of England"), así como la balada romántica "Love", de Floyd Huddleston y letra de George Bruns, que optaría al Óscar a la Mejor Canción.



viernes, 10 de febrero de 2023

Las inquietudes de Shanti Andía (1947)




Director: Arturo Ruiz-Castillo
España, 1947, 96 minutos

Las inquietudes de Shanti Andía (1947)


He tenido fama de indolente y optimista, de indiferente y apático. Basta poseer una reputación cualquiera, buena o mala, para que las personas conocidas por uno vayan poniendo su piedra en el monumento de valor o de cobardía, de ingenio o de brutalidad, asignado a cada uno.

Pío Baroja
Las inquietudes de Shanti Andía

El hieratismo de las interpretaciones y la teatralidad de la puesta en escena no fueron óbice para que un debutante Arturo Ruiz-Castillo, en colaboración con el mismísimo Pío Baroja, llevasen a cabo esta más que aceptable versión cinematográfica de Las inquietudes de Shanti Andía (1947). Sobre todo si se tiene en cuenta la dificultad que entrañaba adaptar una novela, como suele ser habitual en la producción narrativa del escritor vasco, repleta de personajes secundarios, subtramas intercaladas y continuos saltos temporales.

A consecuencia de todo ello, se tiene un poco la sensación de que se han querido condensar demasiadas cosas en apenas hora y media de metraje, por lo que la película, en comparación con el texto, parece más bien un resumen precipitado de unos hechos que se esbozan más que se cuentan. Circunstancia que se acentúa en la secuencia final, cuando es el protagonista quien sintetiza de viva voz el resto del relato ante el propio Baroja (en realidad un actor y no el auténtico, como erróneamente citan algunas fuentes) por si a éste le apetece algún día escribir esa historia.



Por otra parte, la soberbia banda sonora para coro y orquesta del maestro García Leoz (en la que, dato insólito en pleno franquismo, se incluyen algunas canciones en eusquera, aparte del "Zorongo gitano" de García Lorca, junto al que Ruiz-Castillo había cofundado La Barraca) también contribuye en buena medida a ambientar las aventuras que el viejo marino, encarnado por Jorge Mistral, rememora con la nostalgia propia de quien dio la vuelta al mundo para luego retirarse a un rincón a orillas del Cantábrico.

De la larga nómina de intérpretes que conformaron el reparto destacan los nombres del mítico Manuel Luna en el papel de Juan de Aguirre, Fernando Sancho como Tristán de Ugarte, José María Lado (Zaldumbide, traficante de esclavos y capitán de El Dragón) o un jovencísimo José María Rodero haciendo de Juan Machín, el antagonista de Shanti. Asimismo, Milagros Leal (su madre) o Irene Caba Alba (la criada Iñure) defienden sus respectivos roles femeninos de mujeres fuertes con la maestría que las caracterizaba, en abierta oposición a la más angelical Mary, en cuya piel se mete la actriz (y poeta, tras abandonar el cine en 1948) Josita Hernán.



martes, 7 de febrero de 2023

Los hijos de otros (2022)




Título original: Les enfants des autres
Directora: Rebecca Zlotowski
Francia, 2022, 103 minutos

Los hijos de otros (2022) de Rebecca Zlotowski


A sus cuarenta años, y pese a llevar una vida plena tanto profesional como sentimentalmente, Rachel (Virginie Efira) no ha visto aún satisfecho un fuerte instinto de maternidad que va camino de convertirse en frustración. Sobre todo a medida que constata que ejercer de madrastra de la hija de su pareja acarrea más inconvenientes que ventajas. Quizá porque Ali (Roschdy Zem) no ha acabado de olvidar por completo a su ex (Chiara Mastroianni); tal vez porque Rachel siente que nunca podrá establecer con la niña el mismo vínculo que una madre biológica.

Sin embargo, en su faceta como docente, la protagonista de Les enfants des autres (2022) jugará un papel decisivo en el destino de uno de sus alumnos, Dylan (Victor Lefebvre), por cuyas cualidades apuesta cuando nadie, entre el claustro de profesores, da un duro por el chaval, lo que la convierte, en cierto modo, en una figura maternal que va a marcar la posterior trayectoria del muchacho. Quién sabe si para la pequeña Leïla, con apenas cuatro años y medio, llegará a ser algún día algo más que un recuerdo borroso...



Todo parece indicar que el guion, escrito por la propia Rebecca Zlotowski, contiene bastantes elementos autobiográficos, reflejo de una obsesión que se cierne sobre tantísimas mujeres de hoy en día, acuciadas por su reloj biológico, si bien la cineasta francesa (París, 1980) lograría finalmente quedarse embarazada durante la fase de postproducción de la película. Por cierto que, como dato curioso, destaca la presencia en el reparto del afamado documentalista Frederick Wiseman, quien interpreta al ginecólogo de Rachel.

Con todo y con eso, el desarrollo de la historia, una equilibrada mezcla entre comedia romántica y mirada sociológica, resulta un tanto irregular, avanzando sin rumbo fijo hasta culminar en un desenlace no por emotivo menos previsible. La banda sonora, heteróclita en extremo, permite escuchar una variada selección de temas musicales que van desde Vivaldi a Thelonious Monk pasando, ya en el tramo final, por Moustaki versionando a Antonio Carlos Jobim en "Les Eaux de Mars".



domingo, 5 de febrero de 2023

Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974)




Título en español: Robin Hood, el torpe del bosque
Director: J.B. Tanko
Brasil, 1974, 78 minutos

Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974)


Es probable que a Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974) le corresponda el discutible honor de ser la "peor" película que jamás se haya comentado en este blog, si bien eso va a gustos y los casi tres millones de espectadores que, al parecer, pasaron por taquilla en el momento de su estreno certifican la popularidad de uno de los fenómenos más exitosos en la historia del cine brasileño. Sus responsables, el grupo cómico Os Trapalhões (algo así como "Los torpes", aunque también podría traducirse como "Los embusteros"), gozaron de enorme fama en todo el país gracias al cine y, sobre todo, a la televisión, donde se mantuvieron en antena hasta mediados de los años noventa. Posteriormente, ya en 2017, intentarían retomar su carrera, pero la cosa no acabó de cuajar.

Cuando se filmó la cinta que nos ocupa Os Trapalhões no eran todavía un cuarteto, sino un dúo integrado por Renato Aragão y Dedé Santana que aquí se propusieron parodiar la figura del legendario arquero de Sherwood. Sólo que, en lugar de situar la acción en la Inglaterra medieval, prefirieron ambientar los hechos en la selva tropical de Tijuca. Es el suyo, pues, un Robin Hood actual y amazónico, en cuyas hazañas conviven karatecas y todoterrenos como si fuese lo más normal del mundo.



Los protagonistas deberán enfrentarse al viejo coronel João Climério dos Reis (Jorge Cherques), un rico hacendado que pretende adueñarse de las tierras de su hermano y dejar sin nada a su sobrina Catarina (Monique Lafond). No obstante, el verdadero Robin Hood (Mário Cardoso) resulta herido durante un tiroteo, de modo que es reemplazado por Zé Grilo (Renato Aragão), un patoso individuo que, con la única ayuda de su compañero Willie (Dedé Santana) y un par de amuletos mágicos que les facilita un anciano hechicero indio, logrará imponerse a Climério.

La descuidada realización de J.B. Tanko (1906-1993) pone de manifiesto el carácter eminentemente lúdico de un producto cuya exclusiva finalidad era la carcajada fácil de un público aún más fácil de contentar. De ahí las continuas caídas, trompadas y demás disparates que se suceden a lo largo de los escasos ochenta minutos de metraje. No faltan, eso sí, las típicas situaciones de toda entrega de la saga que se precie (por más cutre que ésta sea), desde el rescate de la novia al pie del altar y en el último segundo hasta el habitual combate a bastonazos entre Robin y uno de los esbirros del coronel. Incluso la sobrina de este último se apellida Reis Leão, en clara alusión al rey Ricardo Corazón de León.



sábado, 4 de febrero de 2023

El arquero de Sherwood (1971)




Título original: L'arciere di fuoco
Director: Giorgio Ferroni
Italia/Francia/España, 1971, 104 minutos

El arquero de Sherwood (1971) de G. Ferroni


A diferencia de otras entregas de la saga Robin Hood, en las que, independientemente de la calidad del producto, la trama contiene elementos más o menos originales, con L'arciere di fuoco (1971) uno empieza a tener la impresión de hallarse ante una especie de refrito de lugares comunes, escenas y argucias que ya aparecieron en otras películas protagonizadas por el Príncipe de los ladrones. Aunque, por otra parte, no cabe duda de que dicha sensación de déjà vu pudiera achacarse al simple hecho de visionar todas estas cintas en un breve lapso de tiempo, una detrás de otra, o, lo que resultaría aún más factible, que muchas de ellas beben de una fuente común, ya sea la novela de Alejandro Dumas o cualquier otro precedente literario.

Sea como fuere, el caso es que el subterfugio de colocarse justo debajo del cadalso para sujetar el cuerpo del ahorcado y así evitar la muerte segura de un compañero de filas, por poner uno de los ejemplos más habituales, formaría parte de esa manida lista de tópicos o ideas recurrentes. Que, junto con la estampa del héroe cayendo al río, abatido por el leño invicto de Little John (Nello Pazzafini), o la aparición cuasi mesiánica del rey Ricardo (Lars Bloch) en el bosque, de regreso de su largo cautiverio en tierras germánicas, conforman un imaginario perfectamente reconocible.



Ya en el plano estrictamente formal, la dirección del italiano Giorgio Ferroni (1908-1981) se caracteriza por la majestuosidad de una puesta en escena (en elegante Eastmancolor y Techniscope) cuyos exteriores se rodaron en la misma colegiata de Cardona que algunos años antes sirviera parcialmente de escenario para Campanadas a medianoche (Chimes at Midnight, 1965) de Orson Welles.

Dado el carácter de coproducción a tres bandas del filme (financiado con capital italiano, francés y español), el reparto contiene una interesante mezcla de intérpretes en la que es posible reconocer a Manolo Zarzo entre la troupe de incondicionales Merry Men o a la bella Helga Liné en el papel de Matilde, la esposa del ladino sir Robert (Luis Dávila). No obstante, huelga decir que el protagonismo absoluto recae sobre Giuliano Gemma (1938-2013), quien encarna a sir Henry de Nottingham antes de convertirse en un Robin Hood de sonrisa estereotipada, valedor de la no menos despampanante Lady Marianne de Manson (Silvia Dionisio).



viernes, 3 de febrero de 2023

Wolfshead: La leyenda del joven Robin Hood (1973)




Título original: Wolfshead: The Legend of Robin Hood
Director: Johnny Hough
Reino Unido, 56 minutos, 1969-1973

Wolfshead: La leyenda del joven Robin Hood (1973)


Una voz en off se deja oír al inicio de Wolfshead: The Legend of Robin Hood (1973): "La Inglaterra de 1190 era una región desdichada, con sus gentes divididas en dos clases distintas: los sajones, una raza esclava, y los normandos, que gobernaban sin justicia..." Palabras tajantes de lo que en principio estaba previsto que fuese el episodio piloto para una serie de televisión que nunca llegó a realizarse y que finalmente se estrenaría en las salas comerciales del Reino Unido cuatro años más tarde, en un programa doble junto con el musical Take me high (1973), protagonizado por Cliff Richard.

Pese a las imperfecciones propias de un producto a todas luces inacabado, el director John Hough (cuando aún firmaba Johnny) ofrece, sin embargo, destellos de su talento mediante una puesta en escena alejada de la típica recreación de cartón piedra en estudio a la que tanto recurriera la Hammer en anteriores décadas. Así pues, los exteriores filmados en las brumosas campiñas del norte de Gales contribuyen a recrear una ambientación medieval mucho más acorde con la realidad del período histórico en el que se sitúan los hechos.

Wolfshead o "Cabeza de lobo" es el término con el que se designaba a los forajidos


El guion de David Butler se centra en los orígenes del personaje, un joven campesino llamado Robert de Locksley (David Warbeck) en cuyas tierras recala un fugitivo acuciado por los guardabosques de sir Geoffrey de Doncaster (Roy Boyd). Tan justo como valiente, el futuro Robin Hood planta cara a la autoridad y sale en defensa del pobre hombre, al cual dará cobijo junto a su propia familia. Tal desacato suscita las iras del hermano de Geoffrey, el todopoderoso Roger de Doncaster (Christopher Robbie), entre otras cosas porque su prometida Lady Marian Fitzwalter (Ciaran Madden) sigue enamorada del díscolo aldeano.

Desde el punto de vista técnico, la dirección de John Hough destaca por el uso continuo de primeros planos y angulaciones en contrapicado que, aparte de subrayar la magnificencia de los personajes, contribuyen también a disimular (como tantas veces demostrara Orson Welles, otro cineasta acuciado por penurias económicas) la estrechez de medios de una producción de bajo presupuesto.