Título original: L'un dans l'autre
Director: Bruno Chiche
Francia, 2017, 85 minutos
Cariño, yo soy tú (2017) de Bruno Chiche |
Por más trillado que parezca el tema del intercambio de personalidades que, repentina y accidentalmente, se ven atrapadas en el cuerpo de otro, la fórmula debe de ser aún rentable, a juzgar por comedias como la reciente Cariño, yo soy tú. Y aunque no quede muy claro el porqué de dicha transmigración (el psicólogo a cuya consulta acude la pareja en busca de ayuda se limita a achacarla al mutuo enamoramiento que ambos "padecen"), lo principal es que dará pie a no pocas situaciones embarazosas, tal y como marcan las convenciones del género.
Porque L'un dans l'autre ("el uno en el otro", título original en francés de esta intrascendente cinta de enredo) podría perfectamente estar protagonizada por Cary Grant de haberse rodado en los años cuarenta. O por el Tom Hanks de Big (1988). Y así sucesivamente. Hombre: no es que el belga Stéphane De Groodt sea un dechado de virtudes interpretativas a la hora de meterse en la piel de su personaje (nunca mejor dicho), pero, si bien se mira, tampoco es el caso de los susodichos actores americanos. De modo que...
Por otra parte, una de las particularidades del filme es la naturalidad con la que se abordan temas como el adulterio (Pierre y Pénélope son amantes, a pesar de que viven con sus respectivas parejas oficiales que, para más inri, son amigas entre sí), la homosexualidad o el sexo. Señal inequívoca de los tiempos en que vivimos, pero que, contrariamente a la apariencia desenfadada de la película, dista mucho de ofrecer una imagen verdaderamente moderna de los roles asignados a unos u otros personajes en función de si son hombres o mujeres. Así pues, cuando ella hace de él no se duda en mostrar abiertamente sus atributos corporales, cosa que no sucede en el caso opuesto: ni falta que hace, aunque no deje de ser una muestra más de los prejuicios sexistas que aún imperan en la actual industria del cine.
Con todo, no estamos ante una película con pretensiones de cambiar nada: bien al contrario, la infantiloide música incidental compuesta por Philippe Rombi se encarga de recordarnos en todo momento que Cariño, yo soy tú está más cerca de la lógica interna de un cartoon de dibujos animados que no del verdadero vodevil de costumbres.
Porque L'un dans l'autre ("el uno en el otro", título original en francés de esta intrascendente cinta de enredo) podría perfectamente estar protagonizada por Cary Grant de haberse rodado en los años cuarenta. O por el Tom Hanks de Big (1988). Y así sucesivamente. Hombre: no es que el belga Stéphane De Groodt sea un dechado de virtudes interpretativas a la hora de meterse en la piel de su personaje (nunca mejor dicho), pero, si bien se mira, tampoco es el caso de los susodichos actores americanos. De modo que...
Por otra parte, una de las particularidades del filme es la naturalidad con la que se abordan temas como el adulterio (Pierre y Pénélope son amantes, a pesar de que viven con sus respectivas parejas oficiales que, para más inri, son amigas entre sí), la homosexualidad o el sexo. Señal inequívoca de los tiempos en que vivimos, pero que, contrariamente a la apariencia desenfadada de la película, dista mucho de ofrecer una imagen verdaderamente moderna de los roles asignados a unos u otros personajes en función de si son hombres o mujeres. Así pues, cuando ella hace de él no se duda en mostrar abiertamente sus atributos corporales, cosa que no sucede en el caso opuesto: ni falta que hace, aunque no deje de ser una muestra más de los prejuicios sexistas que aún imperan en la actual industria del cine.
Con todo, no estamos ante una película con pretensiones de cambiar nada: bien al contrario, la infantiloide música incidental compuesta por Philippe Rombi se encarga de recordarnos en todo momento que Cariño, yo soy tú está más cerca de la lógica interna de un cartoon de dibujos animados que no del verdadero vodevil de costumbres.
Pierre (Stéphane De Groodt) y Pénélope (Louise Bourgoin) |
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