Título original: Un sac de billes
Director: Christian Duguay
Francia/Canadá/República Checa, 2017, 110 minutos
Una bolsa de canicas (2017) |
La bille roule entre mes doigts au fond de ma poche.
C'est celle que je préfère, je la garde toujours celle-là. Le plus marrant c'est que c'est la plus moche de toutes : rien à voir avec les agates ou les grosses plombées que j'admire devant la devanture de la boutique du père Ruben au coin de la rue Ramey, c'est une bille en terre et le vernis est parti par morceaux, cela fait des aspérités sur la surface, des dessins, on dirait le planisphère de la classe en réduction.
Je l'aime bien, il est bon d'avoir la Terre dans sa poche, les montagnes, les mers, tout ça bien enfoui.
Je suis un géant et j'ai sur moi toutes les planètes.
Joseph Joffo
Un sac de billes
Le Livre de Poche
Para quienes estudiamos francés en secundaria, Un sac de billes fue, a menudo, de lectura obligatoria: la típica novela que nos hacían leer en 2º o 3º de BUP. Lo cual tiene su lógica, teniendo en cuenta que el protagonista era un adolescente y que el contexto histórico en el que se desarrolla la acción invitaba a tomar conciencia sobre la gravedad de lo acontecido durante el holocausto judío. De modo que semejante best-seller, publicado originariamente en 1973, no tardaría en ser llevado a la pantalla dos años más tarde. Jacques Doillon fue su director. Y como parece que el texto autobiográfico de Joseph Joffo sigue teniendo gancho comercial, nos llega ahora una segunda adaptación, en este caso a cargo del quebequés Christian Duguay, de quien ya hablamos hace algunas semanas al comentar Jappeloup, su anterior película.
En realidad, estamos ante una maniobra similar a la que se llevó a cabo con La guerra de los botones, otro clásico de la literatura juvenil en el país vecino que ha sido objeto de no pocas versiones cinematográficas, la última de 2011. Por no hablar de Los chicos del coro (2004), otro éxito de taquilla que, como la anteriormente citada, también dirigió Christophe Barratier.
Dorian Le Clech (Jojo) junto a Christian Clavier (Dr. Rosen) |
Todas ellas comparten el denominador común de estar ambientadas en la época de la ocupación alemana y de mostrar los hechos a través de los ojos de uno o varios niños. Detalle, este último, que favorece el que se busque alimentar la emotividad del espectador a través de unas criaturitas tan monas como enternecedoras. Sí: en Una bolsa de canicas hallaremos poco rigor historiográfico y mucha lágrima fácil. No se engañe nadie, no: esto no es Au revoir les enfants.
Prueba de ello son las escenas en las que vemos a los Joffo bajo una lluvia de plumas en plena batalla de almohadas o jugueteando con las olas en la playa o, incluso, lanzándose patatas peladas: todo muy bonito, muy en la línea de otra película moralmente perversa como fue La vida es bella (1997). Por eso no es de extrañar que en el reparto encontremos algunos de los rostros más conocidos del cine comercial francés: Patrick Bruel, Christian Clavier... Francamente: lo raro es que no intervengan también François Cluzet u Omar Sy. Debían de tener sus respectivas agendas muy llenas...
Joseph Joffo posando con los actores durante una pausa del rodaje |
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