lunes, 23 de agosto de 2021

Crimen para recién casados (1960)




Director: Pedro L. Ramírez
España, 1960, 86 minutos

Crimen para recién casados (1960)


La sombra de Hitchcock planea a lo largo de Crimen para recién casados (1960) como un referente inequívoco que cualquier espectador de la época, y aun de la actual, sería capaz de reconocer en el acto. Calificarla de parodia sea tal vez un poco exagerado, si bien la mayor parte de tópicos asociados al género se daban cita en ella, más con una finalidad cómica que no para crear suspense. La trama, por descontado, ni es muy original ni tampoco rebosa verosimilitud, pero permitía situar la acción en los bellos parajes de la Costa Brava en una época en que disfrutar de ese lujo quizá no estaba al alcance de todos los bolsillos.

Aparte del encanto de sus localizaciones en deslumbrante Eastmancolor, el principal atractivo de la película radica en su pareja protagonista, una Concha Velasco de apenas veinte años que, junto al siempre histriónico Fernán-Gómez, formaban un dúo del que la industria cinematográfica de aquel entonces no supo, tal vez, extraer el máximo provecho... Ésa es, al menos, la impresión que dejan los cinco días de intrigas a los que aquí deberán enfrentarse hasta dar con el asesino.



"Una luna de miel sin luna, sin miel y sin nada." "¡La más divertida de las películas policíacas! ¡La más policíaca de las películas divertidas!". Así era anunciada la cinta en el momento de su estreno: mediante eslóganes tan blancos como el humor que destilan sus diálogos (escritos por Alfonso paso a partir de un guion de Vicente Coello). Más de sesenta años después, los originales títulos de crédito, con lupa detectivesca sobre recortes de sucesos, mantienen intacto su encanto.

Sin embargo, una duda razonable se plantea al analizar detenidamente el argumento y hasta el título del filme. Porque, vamos a ver: ¿eso de equiparar "crimen" y "recién casados" en un mismo enunciado es una simple coincidencia? ¿U obedece, acaso, a algún mensaje subliminal, aviso para navegantes y célibes a propósito de los peligros que entraña el matrimonio? Un detalle de la escena inicial nos da la clave: salen de la iglesia los novios y el séquito de invitados. Entre achuchones y parabienes, y antes de que Elisa (Concha Velasco) y Antonio (Fernán-Gómez) suban al coche, una niña inoportuna pregunta insistentemente: "¿Qué quiere decir Ya está en el bote?"



4 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Tremendo el atractivo de Concha Velasco, ¡me encanta esta mujer!
    Me estaba fijando en la primera foto y el detalle de la gorra que lleva Fernando, es del estilo de los ciclistas de la época.
    Saludos!

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    1. Atractiva e incombustible, puesto que sigue en activo.
      En cuanto a la gorra, yo creo que es uno de los elementos que, en esa escena, subrayan la comicidad del personaje.

      Saludos.

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  2. Es cierto, recuerdo los llamativos títulos de crédito.

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