jueves, 27 de agosto de 2015

Interstellar (2014)




Director: Christopher Nolan
EE.UU./Reino Unido/Canadá, 2014, 169 minutos

Interstellar (2014) de Christopher Nolan



¿Quiénes son "ellos"?

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

Dylan Thomas, 1914 - 1953

Como ocurre con la mayor parte de la filmografía de Christopher Nolan, Interstellar es una película abrumadora, excesiva y extenuante. Tras las casi tres horas de duración, uno acaba verdaderamente agotado, tal es el torrente de imágenes, acciones y datos que se nos viene encima. Al margen de si las teorías del astrofísico Kip Thorne referentes al espacio y el tiempo en las que se basa el guion son discutibles o no, lo cierto es que parece un poco exagerado cruzar el universo entero para acabar salvando a la... familia. 

Pero, en fin, ya sea por obra y gracia del Plan A o del Plan B, merced a los misteriosos versos que siempre recita el profesor Brand (Michael Caine), por la aparición de Matt Damon cuando ya nadie se lo espera o por las tormentas de arena que asolan al planeta en un futuro inmediato haciéndolo inhabitable, Interstellar plantea suficientes elementos (verosímiles o no) como para tener enganchado al espectador el tiempo que haga falta. Es el toque Nolan: crear una sensación de complejidad aparente bajo la que se esconden los típicos recursos del cine de suspense de toda la vida. En ese sentido, podría decirse que Christopher Nolan es un Hitchcock sofisticado o la traslación de sus hallazgos al terreno de la ciencia ficción. En todo caso, lo que sí que tienen ambos en común es que son londinenses afincados en Hollywood.

El otro referente inexcusable es, ¿cómo no?, el de 2001 (obra, en este caso, de un director de Hollywood que se afincó en Londres). Los mensajes familiares en formato vídeo que Cooper (Matthew McConaughey) visiona en la nave son una referencia evidente a la película de Kubrick, así como la ausencia de ruido en el espacio cuando se producen explosiones dada la falta de aire que lo transmita (señalábamos recientemente el mismo detalle al comentar Gravity). A estas alturas, parece ineludible que cualquier cineasta que dirija una historia de ambientación sideral deba citar a Kubrick: 2001 marcó una pauta insalvable para lograr credibilidad y no parecer ridículo.

Por último, merece la pena destacar el planteamiento documental al principio y al final del film. Los ancianos que dan su testimonio sobre la tormenta de arena son, en realidad, supervivientes de un fenómeno similar acaecido en Estados Unidos durante la Gran Depresión. No sabemos cómo lo habría hecho Spielberg de haber acabado dirigiendo este proyecto, pero Nolan optó por hacer más efectivo el temor de un posible desastre natural a escala planetaria con estas inquietantes declaraciones en primera persona.




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