Director: Francisco J. Lombardi
Perú, 1985, 135 minutos
-Cuatro -dijo el Jaguar.
Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo de luz difundía por el recinto, a través de escasas partículas limpias de vidrio: el peligro había desaparecido para todos, salvo para Porfirio Cava. Los dados estaban quietos, marcaban tres y uno, su blancura contrastaba con el suelo sucio...
El universo recreado por el peruano Mario Vargas Llosa en La ciudad y los perros supuso el tiro de salida para el denominado boom de la novela hispanoamericana. La ciudad es Lima y los perros son los alumnos de tercer año del Colegio Militar. Es en el marco del Leoncio Prado donde se desarrollarán las vivencias de este grupo de cadetes: Alberto Fernández "el Poeta", Ricardo Arana "el Esclavo", el Jaguar, el Boa y su inseparable perrita Malpapeada, el Rulos, el negro Vallano... Marcados por la disciplina, pero también por las crueles novatadas que los internos de quinto les infligen, los muchachos irán dejando atrás su adolescencia en un ambiente en el que la debilidad se paga muy cara.
La adaptación cinematográfica que Francisco J. Lombardi llevó a cabo en 1985 es sumamente fiel al texto original (de hecho, el guion corrió a cargo del propio Vargas Llosa y de José Watanabe), si bien se prescinde, como es lógico, dada la extensión de la novela, de algunas tramas secundarias. Tal es el caso de la figura del Flaco Higueras o de la historia que une a Tere con el Jaguar. Resulta llamativo, por otra parte, y quizá debido a algún tipo de censura o autocensura o tal vez simplemente por pura prudencia, que no se mencione en ningún momento el nombre de Leoncio Prado para referirse al colegio. Lo que sí que se utiliza en un par de ocasiones es el término milico, que Vargas Llosa jamás usa en la obra y del que se sirven algunos cadetes para referirse despectivamente a los mandos.
En cuanto a las actuaciones, quizá las más destacables sean las de Gustavo Bueno en el papel de Teniente Gamboa y Luis Álvarez como Coronel. De todas formas, y pese a lo bienintencionado de la producción, la película carece de la fuerza que posee la novela, de la que es apenas un reflejo pálido.
Hay, por cierto, otra adaptación de La ciudad y los perros realizada en la antigua Unión Soviética: se titula Yaguar y la dirigió el chileno Sebastián Alarcón en 1986.
Alberto Fernández, "el Poeta" (Pablo Serra) y tras él Vallano |
El Jaguar (Juan Manuel Ochoa) y el teniente Gamboa (Gustavo Bueno) |
El novelista Mario Vargas Llosa (centro) posando con oficiales del ejército peruano |
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