martes, 2 de abril de 2024

Puan (2023)




Directores: María Alché y Benjamín Naishtat
Argentina/Italia/Alemania/Francia/Brasil, 2023, 109 minutos

Puan (2023) de Alché y Naishtat


Podríamos simplificar mucho las cosas diciendo que Puan (2023) es una comedia. Pero eso no es exactamente así. Porque son tantos los momentos emotivos que contiene (y que el espectador tendrá ocasión de ir descubriendo a su debido tiempo) que al final, si uno hace balance, se dará cuenta de que la carga filosófica de cuanto aquí se expone tiene bastante más peso que la simple carcajada que puedan suscitar algunas escenas.

El planteamiento básico del guion de Alché y Naishtat gira en torno a dos tipos antagónicos, interpretados, respectivamente, por Marcelo Subiotto y Leonardo Sbaraglia. El uno, gris y avejentado, aspira a ocupar la cátedra que su maestro, fallecido súbitamente mientras practicaba footing, recién dejó vacante; el otro, arribista y pedantón, ejerce un encanto irresistible para media facultad por haber trabajado a las órdenes de un discípulo de Heidegger en alguna prestigiosa universidad del extranjero (bueno: por eso y por ser el novio de la despampanante actriz mediática Vera Motta). Que el primero de ellos se apellide, por cierto, Pena parece pura coincidencia, apenas un accidente del destino, si bien cada cual es libre de extraer sus propias conclusiones al respecto.



Bromas aparte, lo cierto es que Marcelo resulta un tipo entrañable al margen de su patetismo (o tal vez precisamente por él). A fin de cuentas, pertenece a esa insólita ralea de perdedores, muy en la línea de los personajes inmortalizados por Woody Allen, que acaban ganándose nuestras simpatías a fuerza de fracasar una y otra vez en su empeño por hacerse un lugar en el mundo. Y es que la tragedia personal de este patoso profesor de filosofía y padre de familia radica, como él mismo reconoce, en que su vida se reduce a las cuatro paredes de un aula porque sólo se siente útil transmitiendo a sus alumnos las enseñanzas de Platón, Hobbes o Rousseau.

No obstante, es el drama colectivo de todo un país el que aquí se cuece como telón de fondo. Porque a día de hoy, con los sueldos congelados y las instituciones públicas al borde del colapso, el mero hecho de ser argentino constituye ya de por sí una heroicidad. Que unos y otros sobrellevan como pueden, en el caso de Marcelo rebajándose a darle lecciones particulares a una dama octogenaria y obtusa de la alta sociedad, pero también compartiendo sus conocimientos con los vecinos de los barrios marginales, aunque sea con un gendarme vigilando la clase. Miserias y grandezas de un ser humano, dispuesto a venirse arriba cuando se trata de enfrentarse a la policía, pero cuya existencia, por desgracia, se ajusta más a la letra del tango que entona en la secuencia final.



4 comentarios:

  1. Queda claro que la comedia es un envoltorio para algo más serio.

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  2. Hola Juan, entre todo el cine mexicano, venezolano y demás que has estado reseñando, elijo esta para comentar (¡estos argentinos egocéntricos!).
    Se que la temática de esta película en particular te atraviesa.
    Es una película que tengo pendiente pero se por donde va. No cursé ninguna materia en Puán pero he ido muchas veces a acompañar conocidos, amigos.. novia (s).
    Por todo lo que cuentas y lo que he visto por ahí, es una película de tremenda actualidad política.
    Hace poco Sbaraglia participó al frente en una manifestación callejera en contra del cierre del INCAA en dode cineastas, guionistas, y otros trabajadores del rubro fueron salvajemente reprimidos.
    Guillermo Francella y Luis Brandoni últimamente están teniendo comentarios bastante desafortunados a favor de este gobierno y en contra del arte, que han levantado bastante polvareda alrededor.

    Un abrazo, querido amigo!

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    1. Hola, Frodo. Estoy convencido de que te gustará. Igualmente, celebraré mucho tus comentarios después de que la hayas visto. Y, por supuesto, claro que me atraviesa su temática (¡qué bien me conoces, ja!).

      Un fuerte abrazo, compañero.

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