sábado, 9 de febrero de 2019

Salud (1980)




Título original: HealtH
Director: Robert Altman
EE.UU., 1980, 105 minutos

Salud (1980) de Robert Altman


En una línea similar al Bogdanovich de Texasville que comentábamos ayer, aunque mucho más inspirado, Robert Altman plantea en HealtH una de sus características comedias corales para, esta vez, cargar contra el obsesivo empecinamiento de los norteamericanos por la alimentación saludable (cuando el término ortorexia aún no figuraba en los diccionarios) y, en última instancia, arremeter también contra la perversión del sistema democrático en aquel país.

Aun así, cabe admitir que los diálogos del filme están excesivamente orientados a conseguir el chiste final o la agudeza que cierre la escena antes de pasar a la secuencia siguiente. Estructura de gag, procedente, sin duda, de la riquísima tradición vodevilesca de Broadway, y que nos brinda perlas como las que a continuación se transcriben:



ESTHER BRILL: ¡Está demostrado científicamente que tener un orgasmo acorta la vida en veintiocho días!
ENFERMERA: Pues esta noche yo estaría dispuesta a acortar la mía un mes o incluso dos...
* * *
ASISTENTES: ¡Hay un hombre en el fondo de la piscina!
ESTHER BRILL: (aguzando la vista desde lo alto de la terraza del hotel) ¿Qué piscina...?

La tal Brill, virgen a los ochenta y tres y aquejada de narcolepsia galopante, no es otra sino Lauren Bacall en uno de los papeles más disparatados que se le recuerdan: el de candidata a presidir la Happiness, Energy And Longevity Through Health, poderosísima organización político-sanitaria cuyo acrónimo da título a la película. En realidad, el objetivo de Altman era radiografiar el sistema de partidos imperante en Estados Unidos y cómo, a menudo, la elección de uno u otro candidato depende de factores tan, en principio, ajenos a la política como su presencia en los medios de comunicación de masas. De ahí que Altman parodie el formato televisivo de los debates de precampaña electoral, contando con la participación del moderador Dick Cavett haciendo de sí mismo.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Otro titulo que desconocia. Desde luego ese asunto del orgasmo y los 28 dias daba mucho juego...jeje Curioso desde luego el argumento y bastante disparatado. Pues mira, Lauren Bacall fallecio con 90 años, aunque no se yo si tendria algo que ver con eso...
    Al hilo de toda la gran cantidad de peliculas que desconocemos, en alguna ocasión me he preguntado (igual suena a chorrada...) si seria posible una vida (pongamos 95 años) entera dedicada en cuerpo y alma a ver cine, quizas fuesen necesarias mas de una, ¿no crees?
    Venga, saludos!

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    1. Y no te digo si, además, a uno le gusta la lectura: ni alcanzando la inmortalidad sería posible ver y leer todas las obras maestras que valen la pena. De ahí la importancia de no agobiarse (y de hacer caso omiso del consejo del personaje de Lauren Bacall...)

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