viernes, 15 de febrero de 2019

Atardecer (Sunset) (2018)




Título original: Napszállta
Director: László Nemes
Hungría/Francia, 2018, 142 minutos

Atardecer (Sunset) de László Nemes


De no haber dirigido la aclamada El hijo de Saúl (2015), a buen seguro que el húngaro László Nemes habría obtenido por Atardecer mejores críticas de las que, de momento, está recibiendo. Y es que cuando un cineasta se mantiene fiel a un estilo y a una caligrafía tan marcadamente personales no faltan voces que lo acusen de repetirse. En ese sentido, pegar la cámara al cogote de la protagonista y dejar fuera de campo los acontecimientos que se suceden en la convulsa capital del Imperio Austrohúngaro es visto por los detentadores de no se sabe qué sacrosanta pureza como el peor de los pecados en los que puede incurrir un cineasta.

Pero lo cierto es que, con Atardecer, Nemes se adentra en los entresijos que acabarán desembocando en la Primera Guerra Mundial con maestría similar (aunque él es mucho más joven) a la del Haneke de La cinta blanca (2009). Un recorrido por los recovecos recónditamente perturbadores de la Budapest de 1913 cuya puesta en escena itinerante lo mismo puede recordar a El arca rusa (2002) de Sokurov que a la ronda nocturna de Leopold Bloom en el Ulysses de Joyce.



Extrañamente onírica y laberíntica, la acción arranca en una elegante sombrerería para terminar en una trinchera inundada por el fango y la lluvia: sabia metáfora del fin de una época que la fotografía de Mátyás Erdély refuerza mediante el dorado que inunda buena parte del metraje y, en claro contraste, el gris, casi blanco y negro, de la secuencia final.

¿Quién es, pues, esta joven de veinte años, interpretada por Juli Jakab, que responde al nombre de Írisz Leiter? Su pasado, tan oscuro como muchos de los lugares que visitará a lo largo de las algo menos de dos horas y media que dura el filme, irá poco a poco surgiendo hasta revelar la existencia de un hermano, hasta entonces desconocido, y durante la búsqueda del cual se verá obligada a lidiar con no pocos sujetos indeseables.


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