miércoles, 13 de febrero de 2019

La barraca de los monstruos (1924)




Título original: La galerie des monstres
Director: Jaque Catelain
Francia/España, 1924, 75 minutos

La barraca de los monstruos (1924) de Jaque Catelain


Lo bueno de revisar un filme como La galerie des monstres (ambientado, por cierto, en un circo que desarrolla por tierras toledanas su actividad artística) es que se demuestra con nitidez inobjetable de dónde sacaron la inspiración los guionistas de Tod Browning a la hora de concebir la célebre Freaks (1932). Porque la comparsa que integran la Mujer-torso, la Mujer barbuda, la Giganta y demás especímenes aquí exhibidos, para general contento del vulgo, tendrá su correlato hollywoodense en aquellas otras criaturas, externamente deformes, aunque unidas en fraternal cofradía por su dura existencia como atracciones de feria.

Pero ése es sólo el contexto, pues de lo que realmente se trata es de cómo el capataz pretende extralimitarse con Ralda (Loïs Moran), a pesar de que la cándida bailarina esté casada con el arlequinado Riquet, a quien da vida el propio director de la cinta: un Jaque Catelain, talentoso actor de raza que tuvo la suerte de contar con la producción del mismísimo Marcel L'Herbier en los dos únicos largometrajes por él dirigidos (el anterior había llevado por título, un año antes, Le marchand de plaisirs).



Definitivamente, la Filmoteca de Catalunya se ha propuesto hacer historia con las originales performances camerísticas que acompañan la proyección de los filmes mudos seleccionados dentro del ciclo L'ull partit. Sesiones, como la de esta tarde, en las que la experimentación vanguardista de Man Ray dialoga con el duende de jóvenes talentos invitados por la Sociedad Flamenca Barcelonesa El Dorado.

Es, en dicho sentido, destacable la nota humorística que Cristina López (voz) y Carlos Cuenca (percusión y piano) han sabido aportar en determinados momentos de la proyección (por ejemplo: sincronizando los rugidos de los leones con los quejíos de algún cantaor) o, según confesaban tras finalizar la película, improvisando algunas partes a partir de reputados palos del repertorio como "El garrotín" o la "Nana del caballo grande".


2 comentarios:

  1. Que tal Juan!
    A veces cuando veo alguna pelicula muda tengo la sensación de estar viajando en el tiempo, supongo que asistir a una proyección y con pianista en directo debe de ser magnifico.
    Como ya te comente anteriormente ojala por aqui se llevasen a cabo proyecciónes similares.
    Saludos y feliz finde!

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    1. Ciertamente, las películas mudas son la esencia del cine y nadie que se considere a sí mismo amante de este arte debería mostrar indiferencia ante su belleza imperecedera. Y en cuanto a la oferta cultural barcelonesa, ya sabes: si tienes pensado dejarte caer por aquí algún día, avísame. Que te haré varias recomendaciones.

      Bueno, majo: gracias por tu comentario y hasta pronto.

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