Directora: Icíar Bollaín
España/Cuba/Reino Unido/Alemania, 2018, 115 minutos
Yuli (2018) de Icíar Bollaín |
El niño no quería ser bailarín (por lo menos en el sentido clásico del término), pero a su padre se le metió entre ceja y ceja que Yuli no podía malgastar su talento... Y así, con continuos saltos del presente al pasado, mezclando la ficcionalización de los hechos con técnicas del cine documental, se reconstruye la historia del cubano Carlos Acosta (La Habana, 1973), figura internacional de la danza y uno de los primeros intérpretes mulatos de papeles como Romeo.
A partir de un guion de Paul Laverty —basado, a su vez, en No Way Home, la autobiografía del protagonista— Icíar Bollaín se adentra en los entresijos de una compleja relación paternofilial que tiene mucho, al mismo tiempo, de interesante aproximación a la Cuba interracial y empobrecida de los últimos años del castrismo. En dicho sentido, y pese a ser un rudo camionero, la determinación mostrada por Pedro Acosta (Santiago Alfonso) hará que su hijo Carlos (a quién él, orgulloso de sus raíces yoruba de descendiente de esclavos, llama afectuosamente Yuli, que es nombre de guerrero) alcance la gloria dentro y, sobre todo, fuera de un país en el que no abundaban precisamente las oportunidades.
Al chico, en cambio, poco le importa lo que él percibe como una imposición del padre, por lo que su absentismo de la prestigiosa Escuela Nacional de Ballet a punto estará de dar al traste con una prometedora carrera. Menos mal que tanto sus profesoras como un entorno familiar desestructurado para casi todo excepto para lo concerniente a la disciplina académica del muchacho se muestran firmes hasta hacerlo entrar en vereda.
Y, alternándose con la acción en el pasado, se incluyen pequeños números de danza, ensayos para un espectáculo en el que el Carlos Acosta actual (y real) estiliza esas mismas vivencias que en los flashback protagonizan el niño Edlison Manuel Olbera Núñez y el joven Keyvin Martínez. A este respecto, son igualmente destacables las escenas rodadas en la imponente (y, por desgracia, ruinosa) sección de ballet de las Escuelas de Arte de La Habana, diseñada por el arquitecto italiano Vittorio Garatti durante los primeros años de la Revolución.
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