viernes, 25 de agosto de 2023

Buñuel en el laberinto de las tortugas (2018)




Director: Salvador Simó
España/Países Bajos/Alemania, 2018, 80 minutos

Buñuel en el laberinto de las tortugas (2018)


A principios de los años treinta el joven Buñuel se ha convertido en un cineasta maldito tras el escándalo que provocan Un chien andalou (1929) y L'âge d'or (1930), filmes surrealistas que codirige junto con Salvador Dalí, por lo que nadie en todo París se muestra dispuesto a producirle más películas. Un escultor anarquista y un décimo de lotería cambiarán, sin embargo, el curso de los acontecimientos. 

Adaptación cinematográfica del cómic homónimo de Fermín Solís, Buñuel en el laberinto de las tortugas (2018) recrea las circunstancias que rodearon la gestación y posterior rodaje de uno de los títulos clave en la primera etapa de la filmografía buñueliana: el documental Las Hurdes, tierra sin pan (1933). Así pues, valiéndose de una estética un tanto naíf y a ratos humorística (inherente, por otra parte, a géneros como la novela gráfica o el propio storyboard), los ochenta minutos que dura la cinta vienen a ser una reconstrucción minuciosa cuyo objetivo último no es otro sino vulgarizar (en el sentido de exponer una materia en forma fácilmente asequible para el gran público) un momento de suma trascendencia dentro de la historia del cine español en su conjunto.



Asimismo, el director Salvador Simó plantea los hechos en unos términos que no eluden aquellos aspectos más controvertidos de cuanto llevaron a cabo el genio de Calanda y su equipo (integrado por el productor Ramón Acín, el fotógrafo Éli Lotar y el poeta Pierre Unik) en la remota y mísera región extremeña, ya se trate de maltrato animal o de la morbosidad con la que la cámara se recrea en la pobreza de los lugareños.

Por último, aunque igualmente remarcable, el guion del coruñés Eligio R. Montero aborda también la compleja relación de Buñuel con su padre, severa figura que, aun después de muerto, seguirá atormentándolo en forma de confusos y sobrecogedores sueños recurrentes. Lacerante vida onírica que contrasta con el ímpetu vitalista e iconoclasta del Buñuel diurno, siempre dispuesto a denunciar injusticias sociales a través de su cine o incluso a vestirse de monja si con ello logra incordiar a propios y extraños.



4 comentarios:

  1. Una película curiosa y amena. Y muy útil como comentario a la controvertida "Las Hurdes, tierra sin pan".

    Un abrazo.

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    1. Sin duda. Yo creo que puede ser una excelente puerta de entrada para que las nuevas generaciones tengan un primer contacto con la figura de Buñuel.

      Un abrazo.

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  2. Magnifica adaptación del cómic de Solís.

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